El crimen perfecto… pero con gráficos de los setenta (literalmente)
Si creías que ya lo habías visto todo de Hércules Poirot, espera a ver su versión más moderna y con acento francés en PlayStation 5. Microids Studio Lyon ha decidido darle un buen lavado de cara a uno de los clásicos más conocidos de Agatha Christie, y el resultado es un híbrido curioso entre novela interactiva, aventura narrativa y juego de investigación con mecánicas propias. Nada de “hidden objects” ni pantallas estáticas: aquí se camina, se interroga y se conectan pistas en un tablero mental que haría llorar de envidia a Sherlock Holmes.
La historia nos traslada al mítico crucero del Nilo, aunque con una ambientación setentera llena de pantalones acampanados, peinados imposibles y teléfonos de disco. Lo mejor es que esta vez no todo gira en torno al belga más famoso del mundo: aparece Jane Royce, una detective privada que actúa como coprotagonista y que le da ritmo a una trama más amplia que el propio libro original. Si esperabas un simple remake literario, te vas a llevar una sorpresa: el guion se expande con nuevas localizaciones, personajes inéditos y giros inesperados que mantienen el misterio fresco incluso para quienes se saben el final de memoria.
Una jugabilidad más detectivesca que nunca
El sistema de juego se apoya en la exploración, la observación y la deducción. Microids ha apostado por un esquema de control sencillo, pero con profundidad. Puedes moverte libremente por los escenarios, examinar objetos, escuchar conversaciones y recopilar pistas que después conectarás en el llamado “mapa mental”. Este sistema, ya presente en títulos anteriores del estudio, es el núcleo del juego: relacionar hechos, sospechosos y evidencias para avanzar en la investigación.
Durante los interrogatorios, Poirot y Jane pueden realizar “confrontaciones”, una mecánica que permite usar las pruebas recogidas para poner en aprietos a los sospechosos. No es un simple botón de “acusar”: hay que tener cabeza, porque una mala deducción puede bloquear líneas de diálogo o desviar el curso de la historia. El juego sabe recompensar la atención al detalle, y eso se agradece en una era donde los títulos narrativos suelen darlo todo masticado.

Visualmente elegante, aunque no rompe el caso
El apartado gráfico no busca el fotorrealismo, sino un estilo artístico limpio y con cierto aire de cómic digital. Los modelados de los personajes son algo rígidos, pero los escenarios lucen con encanto. Las ciudades, el crucero y los interiores decorados con ese toque “vintage” de los 70 aportan personalidad. No es un portento técnico, pero en PS5 se nota fluido y estable, sin tirones ni errores graves.
La cámara fija en ciertos tramos puede resultar algo anticuada, y la animación facial sigue siendo el talón de Aquiles de Microids, pero el conjunto general cumple. Eso sí, habría sido un crimen de primer grado no aprovechar la potencia de la consola para añadir más expresividad o efectos de iluminación realistas.

Banda sonora con clase y acento francés
El sonido es otro de los puntos fuertes. Las melodías acompañan con elegancia sin resultar empalagosas, y los efectos ambientales ayudan a mantenerte dentro del barco. Las voces (en inglés y francés, con textos en castellano) están bien interpretadas, destacando el trabajo de voz de Poirot, que conserva su ironía y porte clásico. Falta doblaje al español, pero al menos los subtítulos cumplen correctamente.
Lo curioso es cómo el juego usa el sonido en momentos clave para crear tensión, especialmente durante los interrogatorios o en las escenas donde el asesino parece estar a punto de cometer un nuevo crimen. Esa sutileza sonora le da vida a una experiencia que, de otro modo, podría sentirse demasiado “de sofá”.

Una aventura más larga y compleja de lo que parece
Aunque el caso central es el mismo del libro, la trama se extiende con subtramas adicionales y capítulos originales. Jane Royce no solo complementa a Poirot, sino que protagoniza secuencias de investigación en otras ubicaciones fuera del Nilo, lo que amplía la escala y añade variedad. Terminar el juego puede llevar entre 10 y 12 horas, dependiendo de lo meticuloso que seas.
La dificultad está bien medida: ni frustrante ni trivial. No hay muertes súbitas ni “game over”, pero sí un constante desafío mental que obliga a pensar. Quien busque acción se aburrirá, pero los fans de las aventuras clásicas saldrán encantados.

Conclusión: el misterio vuelve a estar servido
Agatha Christie – Muerte en el Nilo es una de las mejores adaptaciones modernas del universo Poirot. No por su músculo técnico, sino por cómo respeta la esencia de la autora mientras se atreve a innovar. Su ambientación setentera, el nuevo personaje de Jane Royce y el sistema de deducción lo convierten en una experiencia que combina elegancia y cerebro a partes iguales.
Puede que no deslumbre visualmente y que la rigidez de algunas animaciones le reste dramatismo, pero su narrativa y su estructura detectivesca te mantienen pegado hasta el final. Es un homenaje con estilo, y una buena excusa para volver al género del misterio en consola.
Uno de los puntos fuertes del juego es que cuenta con versión en formato físico distribuido por Meridiem.
Puntuación GXR: 8/10
Pros
- Historia ampliada y bien escrita, con giros nuevos.
- Mapa mental y mecánicas de deducción muy bien implementadas.
- Buena ambientación setentera y atmósfera de misterio.
- Jane Royce aporta dinamismo y contraste frente a Poirot.
- Formato Físico gracias a Meridiem
Contras
- Falta doblaje al español.
- Animaciones y expresiones algo rígidas.
- Algún ritmo irregular en los primeros capítulos.
- Escasa evolución visual respecto a otros juegos de Microids.
