El fenómeno viral del verano llega a la VR con un mapa exclusivo que hará que tus brazos bailen al ritmo de los cubos
Si has estado en Internet en las últimas semanas y no has escuchado Espresso, probablemente vivas en una cueva sin WiFi. Pero ahora no solo podrás escuchar el hit del momento de Sabrina Carpenter, sino que también podrás cortarlo a sablazos en Beat Saber. El popular juego rítmico de realidad virtual ha lanzado un nuevo nivel dedicado exclusivamente a la canción más pegajosa del verano, y sí: es tan adictivo como su estribillo.
Disponible ya en todas las plataformas compatibles, el nuevo contenido de Beat Saber suma otro nombre de peso a su ya enorme lista de colaboraciones musicales. Y en este caso no hablamos solo de añadir un tema: es un nivel completo con su propio diseño visual, efectos y coreografía de cubos pensada para reflejar el ritmo juguetón y acelerado de la canción.
Un mapa visualmente sabroso y con aroma a redes sociales
El nivel de Espresso no se conforma con ser difícil (que lo es). También apuesta por una estética vibrante, cargada de neones y filtros de café pop que parecen sacados de un videoclip viral de TikTok. Porque sí, Sabrina Carpenter se ha convertido en la reina del algoritmo, y este mapa no se queda atrás.
La combinación de movimientos rápidos, cortes laterales y secuencias inesperadas hace que sea uno de esos temas donde más que seguir el ritmo, lo acabas persiguiendo. Pero ahí está la gracia: es difícil no moverse, no sonreír… y no acabar tarareando el dichoso «I’m working late ‘cause I’m a singer». Aunque estés, efectivamente, trabajando tarde… con visores puestos.
Meta sigue apostando fuerte por la música en VR
Con este lanzamiento, Meta y el equipo de Beat Games confirman que el brazo musical de Beat Saber sigue más activo que nunca. Después de colaboraciones con artistas como Billie Eilish, Imagine Dragons o Queen, el nuevo enfoque apunta claramente a tendencias virales y fenómenos de temporada. Y Espresso, con sus más de 400 millones de reproducciones y medio Internet coreografiando el estribillo, era el siguiente paso lógico.
Este tipo de contenidos son un claro ejemplo de cómo la VR no solo sirve para jugar, sino para vivir la música. Y si encima puedes sudar un poco y hacer cardio mientras haces el ridículo en tu salón, pues mejor.