Stormcloak Games presenta un desafío de construcción, ciencia y convivencia en un planetoide que no quiere ponértelo fácil
Sobrevivir al espacio profundo nunca fue un trámite, pero Adaptory, lo nuevo de Stormcloak Games junto a indie.io, quiere recordarte que ni siquiera aterrizar es garantía de éxito. Presentado durante el evento Frosty Games Mini —la celebración de los mejores desarrollos de Australia y Aotearoa / Nueva Zelanda—, el estudio ha confirmado que su ambicioso simulador de colonias y construcción de bases llegará al acceso anticipado de Steam el 26 de enero de 2026. Con una mezcla de física avanzada, gestión minuciosa, narrativa emergente y personajes generados proceduralmente, Adaptory se perfila como uno de los títulos de supervivencia más complejos y personales del próximo año.
La premisa es tan sencilla como desoladora: una nave terránea sufre una avería devastadora y se estrella contra un planetoide gris, estéril y sin intención de recibir visitas. Tras un largo letargo, los cuatro exploradores que conforman la tripulación despiertan con la misión inmediata de sobrevivir, encontrar recursos y construir un refugio básico antes de que el frío, la falta de oxígeno o las decisiones mal tomadas conviertan la misión en un recuerdo trágico. Adaptory apuesta por un diseño que premia la resiliencia y el pensamiento a largo plazo, evitando soluciones fáciles y animando al jugador a afrontar las consecuencias de lo que decide.
Exploradores únicos, relaciones inesperadas y un diario que cuenta la historia de cada partida
Una de las claves de Adaptory es la personalidad cambiante de cada explorador. Todos se generan de manera procedural: habilidades, afinidades, traumas, manías y opiniones entran en juego para definir cómo trabajan, cómo reaccionan y cómo se relacionan entre sí. Las tareas básicas —como recoger comida, asegurar oxígeno o levantar un primer refugio— dependen de sus capacidades, pero también de su estado anímico y de cómo interactúan unos con otros. El resultado es una narrativa completamente emergente, donde cada partida cuenta una historia distinta, narrada a través de conversaciones espontáneas y diarios personales que registran sus miedos, esperanzas y frustraciones.
Este enfoque convierte la supervivencia en una experiencia emocional además de mecánica. No solo importa cuántos recursos tienes, sino cómo los perciben quienes dependen de ellos. La tripulación puede cooperar, apoyarse o directamente desesperarse si la presión supera cierto umbral. Ese dinamismo convierte cada sesión en un experimento social y logístico que evoluciona de forma inesperada según las decisiones del jugador y la personalidad de sus colonos.

Supervivencia basada en ciencia: física, química y materiales que funcionan como en el mundo real
Adaptory no se limita a colocar estructuras y gestionar barras de estado. Su propuesta se sustenta en un sistema profundo de simulación física y química que afecta cada acción que tomas: gravedad, temperatura, densidad, viscosidad e incluso transiciones de fase influyen en cómo interactúan los cincuenta materiales presentes en el planetoide. Esto permite un tipo de creatividad muy distinta a la habitual en los juegos de gestión, donde resolver problemas no consiste en activar un menú, sino en comprender cómo funcionan realmente los sistemas.
¿Quieres canalizar roca fundida para obtener calor y energía? Puedes hacerlo. ¿Necesitas refinar materiales complejos para fabricar recursos raros? Adelante. ¿Has calculado mal la presión interna de un conducto y ahora tienes un géiser volcánico dentro del pasillo principal? El juego también contempla esa posibilidad. Y mientras el refugio crece, los suministros iniciales desaparecen, obligándote a establecer agricultura, mejorar la base y expandirte por el planetoide en busca de chips de datos que impulsan la investigación y desbloquean tecnologías avanzadas.

Emergencias, automatización y una IA que enseña… pero no salva
Para equilibrar su complejidad, Adaptory incorpora a CHARLI, una inteligencia artificial encargada de guiar al jugador mediante tutoriales integrados. No es un salvavidas, pero sí una asistente que explica con claridad cómo funciona cada subsistema y cómo encajan entre sí los distintos elementos físicos y mecánicos. A medida que la base crece, los jugadores pueden comenzar a automatizar procesos para evitar que la tripulación se ahogue bajo su propio volumen de tareas, permitiendo que el asentamiento avance hacia una estructura sostenible.
Sin embargo, el planetoide no es un entorno estático. Anomalías ambientales, expansiones descontroladas, eclipses solares o incluso lluvias de meteoritos pueden forzar improvisaciones de emergencia. El juego quiere que falles, pero también que aprendas y que descubras soluciones creativas que aprovechen todas las herramientas disponibles. Esta filosofía, según el desarrollador Jevon Wright, busca una experiencia que fomente la resiliencia y que prefiere la reflexión al reinicio compulsivo. Cada error importa… pero también enseña.

Un título de supervivencia con ambición narrativa y un lanzamiento que marcará el inicio de su evolución
Con su llegada al acceso anticipado el 26 de enero de 2026, Adaptory se presenta como una propuesta inconfundible dentro del género de supervivencia y construcción espacial. Su énfasis en la narrativa emergente, la personalidad de los exploradores, la simulación científica y los retos medioambientales lo convierten en un candidato ideal para quienes buscan una experiencia profunda, exigente y llena de historias inesperadas. La comunidad ya está creciendo alrededor del proyecto, aportando sugerencias e ideas mientras Stormcloak Games continúa expandiendo sistemas y mecánicas antes del lanzamiento definitivo.
El accidente ha ocurrido. La roca es hostil. La tripulación está viva… por ahora. Todo depende de lo que decidas construir con lo que te queda, hermano.

