Una apuesta de lujo que busca competir con Apple Vision Pro, pero con un despliegue inicial limitado
La guerra por el trono de la realidad extendida sigue sumando contendientes, y el próximo en subirse al ring es Samsung. Según medios surcoreanos, el esperado visor Android XR de la compañía se lanzará en octubre en Corea del Sur, con reservas previstas para el 29 de septiembre, y con un precio estimado entre 1.800 y 3.000 dólares. Una horquilla nada casual: lo sitúa por debajo del Apple Vision Pro, que en Corea se vende desde noviembre a unos 5 millones de wones, pero claramente por encima de opciones como Meta Quest 3.
Si se confirma, hablamos de un visor pensado para pocos bolsillos y una tirada inicial limitada. No es tanto un producto de masas como un escaparate tecnológico: demostrar que Samsung puede plantar cara en la gama premium de XR, aunque la mayoría de usuarios sigan mirando desde la barrera con sus visores más asequibles.

Un proyecto cocinado a fuego lento
El dispositivo fue anunciado hace más de dos años, con un acuerdo tripartito que pone a Google a cargo del software, a Qualcomm como proveedor del chip y a Samsung como responsable del hardware. El corazón del visor será el Snapdragon XR2+ Gen 2, una versión vitaminada del chip que llevan las Quest 3, y que ya ha debutado en el visor Play For Dream MR.
El diseño definitivo se mostró por primera vez a finales del año pasado, coincidiendo con la presentación oficial de Android XR. En aquel momento, Samsung confirmó que estaba trabajando en controladores, aunque todavía no se sabe si se venderán por separado o estarán incluidos en la caja. Misterio digno de serie dramática coreana.

Pantallas micro-OLED y producción limitada
Distintos informes apuntan a que Samsung apostará por paneles micro-OLED 4K fabricados por Sony, de 1,35 pulgadas y con mayor resolución y gama de color que los del propio Apple Vision Pro. Esa calidad de pantalla es también el principal motivo de que la producción anual esté supuestamente limitada a unas 100.000 unidades, una cifra minúscula para los estándares de Samsung, pero comprensible si cada panel cuesta como medio televisor.
El despliegue inicial sería exclusivo de Corea del Sur, con una expansión global más adelante. La estrategia recuerda al movimiento de Apple: empezar en casa, medir la recepción y luego decidir hasta dónde arriesgar con el stock.

¿Competencia real o demostración de poder?
El rango de precio filtrado confirma que Samsung no quiere entrar en la pelea de la gama media. Este visor apunta directamente al segmento premium, donde Apple marca la referencia, y donde Meta todavía no ha lanzado un competidor directo. El objetivo no parece ser vender millones de unidades, sino marcar presencia y reforzar el ecosistema Android XR, que con la llegada también de Xreal Project Aura empieza a perfilarse como alternativa sólida al modelo cerrado de Apple.
La incógnita está en el mercado: ¿habrá suficientes usuarios dispuestos a pagar entre 1.800 y 3.000 dólares por un visor Android XR de primera generación? ¿O quedará como un objeto de lujo para entusiastas y early adopters? La respuesta llegará en octubre, cuando Samsung active la cuenta atrás de su propio salto a la realidad extendida premium.