Un proyecto independiente desde Japón lanza campaña, demo jugable y promete combates espectaculares con inspiración en los grandes del género
Si pensabas que el género beat ‘em up estaba condenado a vivir de la nostalgia, más vale que le eches un ojo a Ghost Vanguard, porque aquí hay material fresco para dar espadazos y repartir magia hasta 2026. El estudio independiente Wombo Combo Games, formado por solo dos desarrolladores desde Fukuoka (Japón), acaba de lanzar su campaña en Kickstarter con el objetivo de alcanzar 20.000 dólares y completar un proyecto que apunta a ser el nuevo caramelito para fans de la acción 2D con tintes roguelike. Y por si la promesa no te convence, ya puedes hincarle el diente a una demo jugable en Steam, con entre dos y tres horas de contenido.
El juego se describe a sí mismo como un híbrido salvaje entre la elegancia de Devil May Cry, el encanto visual de Dragon’s Crown, la oscuridad gótica de Castlevania y la rejugabilidad de Hades. Sí, parece la receta de un batido imposible, pero lo cierto es que el resultado es sorprendentemente sólido: combates fluidos, combos que te permiten mandar a un demonio a volar para luego estamparlo contra el suelo, y hechizos que van desde congelar hasta incendiar hordas enteras.
Una demo con espadas, jefes y combinaciones para aburrir
Durante la campaña de Kickstarter, cualquiera puede probar de primera mano lo que ofrece el juego. La demo disponible en Steam trae consigo unas dos o tres horas de acción, con dos jefes únicos que pondrán a prueba tus reflejos. En cuanto a arsenal, tendrás acceso a una espada de una mano con tres estilos diferentes, diez hechizos que pueden mejorarse, y una colección generosa de reliquias que cambian la manera en la que encaras cada partida.
La cosa no acaba ahí: en el Hub del juego puedes desbloquear movimientos avanzados como paradas, carreras aéreas o el clásico doble salto que salva vidas y suelos llenos de pinchos. Todo ello forma un cóctel pensado para que cada jugador encuentre su estilo, ya sea como mago de escarcha, duelista de combos aéreos o experto en hacer estallar a tus enemigos con rayos de luz.

Kickstarter con recompensas que dejan huella
Más allá del objetivo inicial de 20.000 dólares, la campaña en Kickstarter ofrece metas adicionales que apuntan a añadir idiomas, nuevos personajes, modos NG+ y, si todo va bien, versiones para PlayStation y Xbox. Pero lo más curioso es la posibilidad de dejar tu marca personal en el juego: los patrocinadores pueden aportar ideas para mensajes dentro del mundo, diseñar hechizos, reliquias o incluso estatuas que acabarán integrándose en las partidas de todos.
Y como guiño a la comunidad, también habrá recompensas colectivas: si se cumplen pequeñas tareas durante la campaña, se desbloquearán nuevos colores de personajes y skins de armas que estarán disponibles para todos los jugadores en el lanzamiento. Una forma de que la comunidad no solo apoye económicamente, sino que también moldee el aspecto del juego.

Un futuro con alma gótica y mucha acción
Con un lanzamiento previsto para 2026, Ghost Vanguard todavía tiene camino por recorrer, pero ya ha dejado claro que no quiere ser “otro roguelike más”. Su propuesta mezcla acción estilosa con rejugabilidad constante, mapas generados aleatoriamente y salas especiales que incluyen de todo: minijuegos arcade, cofres trampa, zonas de desafío y hasta manantiales curativos para que la partida no se convierta en una pesadilla eterna.
El tráiler ya deja ver que el juego apunta alto, con un estilo visual que bebe de mundos oscuros como Berserk y que no tiene miedo a mostrar su ambición. Si la campaña de Kickstarter prospera, podríamos estar ante uno de esos indies que llegan sin hacer ruido y acaban convirtiéndose en referente del género.
El futuro dirá si Ghost Vanguard consigue su meta, pero una cosa está clara: con combos de vértigo, inspiración en los grandes del género y un equipo que trabaja a base de pura pasión, este título no piensa pasar desapercibido. Ahora la decisión está en manos de la comunidad: apoyar el Kickstarter o quedarse sin presumir de haber estado desde el inicio.
