Hoy nos sumergimos en el mundo de Ashen Arrows, un juego que nos pone un arco en las manos y nos dice: “Dispara y no preguntes”. Una mezcla de acción, mitología y roguelike que promete convertirnos en los Robin Hood del Valhalla. ¿Está a la altura de las expectativas o es solo un intento fallido de emular a Legolas en VR?
El juego, su desarrollo y lanzamiento
Desarrollado por Rusty Pipes Games, Ashen Arrows es una de esas joyas inesperadas que llegan sin hacer demasiado ruido, pero que terminan atrapando a los jugadores. Se lanzó el 20 de febrero de 2025, y está disponible en Meta Quest, Steam y Pico, por lo que cualquiera con un visor VR moderno puede ponerse la túnica imaginaria y empezar a disparar flechas como si no hubiera un mañana.
La propuesta del juego es sencilla, pero efectiva: eres un arquero atrapado en una tierra hostil que debe sobrevivir enfrentándose a oleadas de enemigos, mientras mejora sus habilidades y se adapta a un entorno que cambia constantemente. Con un fuerte enfoque en el combate con arco y una estructura roguelike, Ashen Arrows combina precisión, reflejos y estrategia en una experiencia que busca ser desafiante y, sobre todo, rejugable.

Una historia sencilla pero funcional
No esperes una narrativa digna de una novela épica, porque Ashen Arrows no está aquí para contarte la vida de los dioses nórdicos en verso. La historia es más bien una excusa para lanzarte al combate y justificar por qué estás disparando flechas a criaturas que parecen salidas de una versión oscura de la mitología nórdica.
Eres un arquero anónimo convocado por los dioses para enfrentarte a oleadas de enemigos en escenarios cada vez más complicados. ¿Por qué? ¿Para qué? ¿Qué hiciste para merecer esto? Eso no está del todo claro, pero lo importante es que estás aquí y tienes un arco en la mano, así que más vale que empieces a disparar.
El juego ofrece un modo historia llamado “Saga”, que además de servir como introducción al universo del juego, funciona como un tutorial extendido. Aquí aprenderás a manejar el arco con precisión y a enfrentarte a enemigos de diferentes estilos antes de lanzarte a los modos más intensos. No es una historia que te haga llorar o replantearte la vida, pero cumple su función y añade un poco de contexto a la experiencia.

Gráficos y banda sonora: entre lo minimalista y lo efectivo
Visualmente, Ashen Arrows apuesta por un estilo artístico low-poly, lo que significa que no esperes texturas hiperrealistas ni detalles ultradefinidos. Sin embargo, este diseño minimalista no le sienta mal en absoluto. Los escenarios están bien trabajados, con entornos que van desde bosques místicos hasta cuevas iluminadas por extraños hongos fluorescentes. Aunque los modelos de los personajes y enemigos no son los más detallados, la dirección artística consigue que todo encaje de manera coherente y atractiva.
En cuanto a los efectos visuales, los proyectiles y las habilidades especiales tienen una buena presencia en pantalla, con destellos y partículas que dan una sensación de impacto satisfactoria. La iluminación juega un papel importante en la ambientación, generando momentos en los que realmente sientes la tensión de la batalla en un entorno oscuro e impredecible.
La banda sonora, aunque no es especialmente memorable, cumple con su cometido. Predominan los temas de ambientación nórdica con percusiones intensas y melodías que recuerdan a antiguas epopeyas vikingas. Los efectos de sonido, por otro lado, son bastante sólidos. El sonido de las flechas cortando el aire, los impactos contra los enemigos y los gruñidos de las criaturas aportan un buen nivel de inmersión, lo que es clave en un juego donde la precisión y la tensión son fundamentales.

Jugabilidad y mecánicas: el verdadero punto fuerte
Si hay algo que hace que Ashen Arrows destaque es su sistema de combate. La arquería en VR no es fácil de implementar bien, pero aquí han logrado un nivel de precisión que se siente natural y satisfactorio. Disparar una flecha requiere habilidad, no es simplemente apuntar y soltar; necesitas calcular la trayectoria y anticiparte al movimiento de los enemigos.
El juego tiene un modo Bastión, donde los mapas se generan de manera procedural, lo que significa que cada partida será diferente. Esto le añade una capa extra de estrategia, ya que no podrás memorizar el terreno y deberás adaptarte a cada nueva situación. Además, cuenta con elementos roguelike, como mejoras y habilidades que puedes ir desbloqueando para personalizar tu estilo de juego.
El arsenal de habilidades es bastante variado: puedes desbloquear flechas con efectos elementales, habilidades especiales que te permiten ralentizar el tiempo para disparos más precisos, o incluso potenciadores que aumentan tu velocidad de ataque.
El único aspecto mejorable en la jugabilidad es la inteligencia artificial de los enemigos, que en ocasiones puede sentirse un poco predecible. Sin embargo, la combinación de precisión en los disparos y la necesidad de moverse constantemente para esquivar ataques hace que las partidas sean siempre intensas.

Dificultad y duración: un reto para los pacientes
Ashen Arrows no es un paseo por el bosque. Si bien el modo fácil te permite disfrutar del juego sin demasiados problemas, el modo difícil es un auténtico infierno en el que tendrás que enfrentarte a 60 oleadas de enemigos con pocas pausas para respirar.
Cada partida puede durar desde unos minutos hasta más de una hora, dependiendo de la dificultad y tu habilidad con el arco. La curva de aprendizaje es progresiva, pero exige paciencia. No es un juego donde puedas confiar en la suerte; la práctica y la precisión son clave para avanzar.
Si eres de los que disfrutan de un buen desafío y te gusta mejorar tu puntería con cada intento, Ashen Arrows te ofrecerá muchas horas de entretenimiento. La rejugabilidad está asegurada gracias a la generación procedural de los niveles y la variedad de mejoras disponibles.

Veredicto final
Ashen Arrows es un juego que sabe lo que quiere ofrecer y lo hace bien. No pretende ser una epopeya narrativa ni un juego de mundo abierto con miles de mecánicas, sino una experiencia centrada en la arquería VR con una jugabilidad precisa y desafiante.
Si disfrutas de los juegos de disparo con arco y te gustan los desafíos, este título es una gran opción. Si, en cambio, buscas una historia profunda o mecánicas más variadas, puede que se te quede corto. En cualquier caso, es una propuesta sólida dentro del género y una gran oportunidad para demostrar que, en el mundo virtual, Legolas tiene competencia.
Ashen Arrows
PROS
- Mecánicas de arquería muy bien implementadas. Se siente natural y satisfactorio, logrando una experiencia inmersiva.
- Variedad de entornos y generación procedural. Cada partida se siente diferente, lo que evita que el juego se vuelva monótono.
- Dificultad desafiante. Ideal para quienes buscan un reto y quieren mejorar sus habilidades con el arco en VR.
CONS
- Historia poco profunda. Sirve como excusa, pero no esperes una narrativa envolvente o giros argumentales sorprendentes.
- IA mejorable. En algunos momentos, los enemigos pueden comportarse de manera predecible.
- Podría tener más contenido. Más modos de juego o desafíos adicionales habrían sido bienvenidos.