Un infierno a ritmo de guitarras eléctricas
Si pensabas que ya lo habías visto todo en juegos de acción, espera a probar Grim Trials. Aquí no hay princesas que rescatar ni héroes relucientes. Lo que te espera es un más allá gobernado por riffs de guitarra y enemigos que parecen salidos de la portada de un disco de metal de los 80. Desde el primer minuto, el juego deja claro que no busca sutileza: es sangre, acero y mucho ruido.
La propuesta mezcla acción rápida con un toque roguelike: cada partida es distinta, cada enfrentamiento más salvaje, y el único objetivo es sobrevivir mientras recoges almas y mejoras tu arsenal. Es ese tipo de juego que te agarra por el cuello y te dice: “no vas a salir de aquí sin sudar”. Y, sinceramente, nos encanta.
El combate que no te deja respirar ni un segundo
El corazón de Grim Trials es su sistema de combate. Todo gira alrededor de enfrentamientos intensos donde cada golpe cuenta. Los enemigos no se limitan a ser carne de cañón: cada tipo tiene su patrón y su forma de joderte la estrategia. Aquí no vale con machacar botones, toca medir los tiempos, bloquear, esquivar y contraatacar con precisión.
En nuestras pruebas, lo que más sorprende es lo variado que resulta. Puedes pasar de una arena repleta de esqueletos a un duelo contra un demonio blindado en cuestión de minutos. Y aunque morirás muchas veces, lo harás con una sonrisa porque cada intento te enseña algo nuevo. El juego transmite esa sensación de desafío justo: frustrante, sí, pero siempre con la certeza de que podías haberlo hecho mejor.
El arte que mezcla metal con ultratumba
Visualmente, el juego es un espectáculo oscuro. Grim Trials combina escenarios infernales con un diseño artístico cargado de personalidad. Los enemigos parecen sacados de portadas de discos de heavy metal, con armaduras imposibles, cráneos ardientes y detalles grotescos que encajan perfectamente en la ambientación.
No estamos ante un portento técnico, pero la dirección artística brilla. Cada escenario transmite una atmósfera pesada, como si realmente estuvieras peleando en un limbo metálico. El juego no busca realismo, sino impacto visual, y lo consigue con creces.
Una banda sonora que hace temblar hasta las paredes
El apartado sonoro es probablemente uno de sus grandes aciertos. La música no es simple acompañamiento, es combustible para la acción. Guitarras distorsionadas, baterías frenéticas y un ritmo que se sincroniza con la intensidad del combate. Es imposible no dejarse llevar: cuando la música sube de volumen, tú también subes las pulsaciones.
Los efectos de sonido refuerzan la inmersión: cada golpe de espada, cada alarido de un enemigo, todo contribuye a esa sensación de estar dentro de un festival de metal en medio del infierno. Si lo juegas con cascos, la experiencia se multiplica.
Una duración infernal con sabor a roguelike
Grim Trials no tiene una campaña lineal de 10 horas y créditos finales. Aquí la idea es diferente: partidas que se reinician al morir, mejoras que se van desbloqueando y un progreso que depende de tu habilidad y tu perseverancia.
La duración depende enteramente de ti. Puedes dedicarle sesiones cortas de media hora o engancharte durante horas intentando superar una run especialmente complicada. En nuestra experiencia, es un juego que invita a volver una y otra vez, con esa mezcla de frustración y adicción tan típica de los buenos roguelike.
Un festival metálico que merece la pena
Grim Trials es puro exceso. No es perfecto, no lo pretende, pero logra algo que pocos juegos consiguen: transmitirte adrenalina en cada minuto de partida. Su estética heavy metal, su combate exigente y su atmósfera oscura lo convierten en una experiencia única dentro del catálogo actual.
No es para todo el mundo, claro. Si buscas un paseo relajado o una historia profunda, este no es tu juego. Pero si lo que quieres es un desafío brutal, con un envoltorio artístico que grita “metal” a los cuatro vientos, Grim Trials es una apuesta segura.
Puntuación GXR: 8,2 / 10
Pros y contras de Grim Trials
Pros
- Combate exigente y variado que engancha desde el inicio.
- Estética heavy metal única y cargada de personalidad.
- Banda sonora espectacular que eleva cada pelea.
- Rejugabilidad alta gracias a su estructura roguelike.
Contras
- Dificultad que puede resultar excesiva para algunos jugadores.
- No es un portento técnico, a veces se nota limitado en detalles.
- Falta una narrativa más profunda que refuerce la ambientación.
- Puede volverse repetitivo en runs largas.