Un club clandestino, un héroe sin memoria y un Sindicato de las Bofetadas dispuesto a ponerte la cara roja
Los años 90 dejaron huella: pantalones anchos, VHS gastados y esas películas de acción donde los puños eran la mejor herramienta diplomática. Ahora, esa estética regresa en versión virtual con Slap Fighter VR, disponible en Meta Quest para quien quiera soltar manotazos como si no hubiera un mañana. El concepto es tan sencillo como efectivo: un club de lucha clandestino, un héroe con más cicatrices que recuerdos y un enemigo final tan ridículo como genial, el Sindicato de las Bofetadas.
El protagonista de este festival de tortazos es John “El Invencible” Krasinsky, un luchador que despierta de un coma sin memoria —porque nada dice “acción noventera” como la amnesia— y que, gracias a su voluntad de hierro y la guía de un misterioso maestro, deberá abrirse camino en un mundo gobernado por el crimen, la corrupción y las artes marciales más exageradas que te puedas imaginar.
Más que bofetadas: modos de juego y minijuegos
Aunque la premisa principal sea repartir tortas como panes, Slap Fighter VR no se queda en el combate directo. El juego ofrece un modo historia para un jugador, lleno de misiones que combinan acción y narrativa, y un modo multijugador online donde podrás medir tu habilidad contra otros aspirantes a campeón.
La diversión se amplía con desafíos arcade como el surrealista “Slap-a-Mole” —una reinvención violenta del clásico juego de topos— y diferentes minijuegos en la guarida central que sirven como respiro entre combates. Todo envuelto en una estética retro que homenajea sin pudor a los clásicos del cine de videoclub.
Precio ajustado para una buena bofetada virtual
Por si todo esto fuera poco, Slap Fighter VR llega con un precio de 14,99 €, una cifra que lo convierte en una opción accesible para quienes quieran una dosis de nostalgia mezclada con golpes virtuales. Puede que no cambie el panorama de los juegos de lucha, pero sí promete hacerte soltar unas cuantas carcajadas mientras sueltas manotazos en plena realidad virtual.
Así que ya sabes: si alguna vez soñaste con protagonizar tu propia película de acción cutre de los 90, ahora puedes hacerlo sin riesgo de acabar en urgencias.
