Estrenada en el Festival de Venecia, esta propuesta llega a Quest 3 con un mensaje que cala hondo
El cambio climático ya no es un concepto abstracto que aparece en los titulares de la prensa internacional: ahora también se vive, literalmente, dentro de un visor VR. Eso es lo que plantea Out of Nowhere, una experiencia corta e inmersiva que acaba de estrenarse en Venice Immersive 2025 para Quest 3, y que pone al jugador en la piel de Anna, vecina de Hallein, un histórico pueblo a los pies de los Alpes austríacos.
El punto de partida es real y contundente: las terribles inundaciones que arrasaron Europa en julio de 2021. A través de sus recuerdos, la protagonista nos traslada a un momento en el que la naturaleza se desbordó y dejó claro que seguimos creyendo que podemos dominarla, cuando en realidad deberíamos aprender a convivir con ella.
Una narrativa inmersiva que apuesta por la sencillez
La experiencia de Out of Nowhere dura unos diez minutos, un tiempo breve pero suficiente para dejar huella. No busca ser un videojuego tradicional, sino un relato interactivo con valores de producción sólidos y un claro objetivo de concienciación. El jugador puede, por ejemplo, usar el seguimiento de manos para lanzar barquitos de papel en un río, aunque la interactividad se limita a pequeños gestos simbólicos que acompañan la historia.
Lo importante aquí no es acumular puntos ni desbloquear logros, sino sentir cómo el agua va invadiendo poco a poco una casa, cómo el entorno se transforma a tu alrededor y cómo la sensación de vulnerabilidad se instala en tu cuerpo. Un recordatorio inmersivo de que el cambio climático no se combate desde el sofá, sino con acción y conciencia.

Un proyecto con mensaje que busca su camino al gran público
Kris Hofmann y Andreas Wuthe, directores de la obra, no han querido recurrir a metáforas enrevesadas ni a mundos de ciencia ficción: lo que muestran es real, cercano y, por desgracia, cada vez más común. La experiencia comparte ADN con proyectos como Beyond Blue: After The Storm, al poner el foco en el medio ambiente como protagonista y al usar la VR como un vehículo poderoso para generar empatía.
Por ahora no está confirmado si Out of Nowhere llegará a los hogares en forma de lanzamiento comercial, ya que los creadores no estaban presentes durante la presentación en Venecia. Lo que está claro es que su paso por el festival ha dejado huella, demostrando que la realidad virtual no solo sirve para disparar zombis o pilotar naves, sino también para hacernos reflexionar sobre el mundo que se está inundando, literal y metafóricamente, ante nuestros ojos.