Meta desvela prototipos de visores VR ultrapanorámicos con nombre de postre y ambiciones de ciencia ficción
Mientras unos todavía intentan que sus gafas VR no parezcan una tostadora en la cara, Meta ya está jugando en otra liga. Y no solo con tecnología punta, sino también con nombres dignos de un menú de cafetería hipster. Te presentamos Boba 3 y Tiramisu, dos de los nuevos prototipos de visores que Meta acaba de mostrar y que apuntan a revolucionar el futuro de la realidad virtual… o al menos a dejarte con el cuello torcido de tanto campo de visión.
Durante una reciente presentación enfocada a la comunidad investigadora, el equipo de Meta Reality Labs detalló el progreso de sus modelos experimentales con FOV ultrapanorámico y resolución tan hiperrealista que podrías ver los poros de un NPC con acné. Y aunque por ahora estamos en terreno puramente prototípico, lo que se ha mostrado huele a próxima generación.

Boba 3: 150 grados de inmersión con solo un ojo
Empezamos con Boba 3, el prototipo más reciente de la familia «Boba», que utiliza un sistema de lentes pancake y displays de última generación para alcanzar 150 grados de campo de visión horizontal. Y no, no hablamos de sumarlo entre los dos ojos como hacen algunas marcas para maquillar cifras: aquí hablamos de un solo ojo. ¿El resultado? Una sensación de inmersión tan amplia que igual acabas viendo lo que está cocinando tu avatar por detrás.
Además del FOV bestial, el visor logra una distorsión mínima gracias a un nuevo tipo de lente desarrollada internamente. Nada de curvaturas raras o visión tipo ojo de pez: la idea es conseguir algo más parecido a cómo vemos realmente el mundo, pero sin cables en el suelo ni paredes que te arruinen la experiencia.

Tiramisu: porque la realidad también puede ser dulce (y extremadamente nítida)
El otro prototipo que se llevó los focos es Tiramisu, y no, no es un visor para ver recetas en VR, aunque no lo descartamos para un futuro. En este caso, la estrella es su pantalla con calidad retinal, es decir, una densidad de píxeles tan alta que el ojo humano ya no distingue los puntos individuales. Si lo que te molesta en tu visor actual son las letras borrosas o el famoso efecto rejilla, aquí podrías estar ante el principio del fin de esos problemas.
Tiramisu apuesta por displays con resolución altísima, colores vibrantes y una claridad visual que apunta directamente a entornos profesionales, diseño 3D, cine inmersivo o simulaciones quirúrgicas donde fallar un milímetro no es una opción. Aunque por ahora sigue siendo un prototipo de laboratorio, su existencia deja claro que Meta sigue empujando fuerte en la carrera por la realidad virtual de siguiente nivel.

¿Y cuándo lo veremos en tiendas? Spoiler: no pronto
Como suele pasar con estos avances tan impresionantes, la parte menos sabrosa del menú es que ni Boba 3 ni Tiramisu están listos para producción comercial. Hablamos de prototipos de investigación, no productos finales. Pero eso no impide que sus tecnologías se filtren poco a poco en los futuros visores de la compañía… llámese Meta Quest 4, Quest Pro 2 o lo que venga.
Lo que está claro es que Meta no se ha olvidado de la innovación en hardware, y aunque el mercado de consumo va a su ritmo, los laboratorios de Menlo Park siguen cocinando avances que podrían redefinir lo que entendemos por «presencia virtual».
