Imagina decirle a una IA “quiero una ciudad retrofuturista con lluvia y un dron que me persiga”… y que te lo construya en tiempo real. Ya no es ciencia ficción, es Genie 3
Lo hemos dicho muchas veces: la realidad virtual necesita algo más que mejores gráficos. Necesita mundos vivos, que reaccionen, cambien y recuerden. Pues bien, Google DeepMind ha lanzado un guantelete a todo el sector con Genie 3, un modelo de inteligencia artificial capaz de generar entornos jugables a partir de una simple orden de texto. Y no hablamos de vídeos bonitos estilo demo técnica. No. Hablamos de mundos interactivos, con físicas, memoria a corto plazo y respuestas dinámicas a tus acciones. Como si el Holodeck de Star Trek hubiera decidido sacarse un máster en aprendizaje automático.
Lo alucinante es que todo esto se ejecuta a 720p y 24 FPS, de momento, pero con una fluidez y coherencia visual que ya supera lo que muchas demos tech VR pueden ofrecer con meses de producción. Aquí no hay texturas pre-hechas ni niveles diseñados a mano: el escenario se construye en tiempo real, sobre la marcha, y se mantiene estable mientras lo exploras. Y si pides que cambie el clima, aparece un dron o empiece a nevar… la IA obedece.
De modelo pasivo a entorno vivo: Genie 3 da el salto al tiempo real
La gran diferencia con su predecesor no está solo en la duración. Mientras que las primeras versiones de Genie eran capaces de generar clips de unos segundos, Genie 3 mantiene la continuidad visual durante varios minutos, con elementos que se recuerdan, se ocultan cuando te alejas y se mantienen cuando vuelves. Lo que dejas detrás no desaparece mágicamente: la IA lo retiene. Literalmente, tiene memoria espacial.
Este pequeño detalle abre un abismo de posibilidades. Puedes caminar por un mundo y dejar cosas atrás, lanzar objetos, cerrar puertas o activar eventos… y al regresar, el escenario habrá evolucionado. Es como jugar a una versión emergente de Minecraft sin cubos, pero con una estética visual coherente que responde a tu petición inicial. Y todo con texto. Algo así como “genera un escenario de ciencia ficción abandonado con luces tenues y sonido ambiental tétrico”… y lo tienes.

Eventos generados, reactividad física y un primer paso hacia la narrativa IA
Otro punto a destacar es que no estás atrapado en un entorno estático. Puedes interactuar. No con menús, sino con acciones físicas o instrucciones. ¿Quieres que aparezca un dron que te siga? ¿Que un árbol caiga sobre una casa? ¿Que empiece una tormenta de arena? Con Genie 3, estos eventos se generan y se integran dentro del mundo sin cortinillas ni efectos falsos.
Y sí, hay físicas. No hablamos de una simulación tipo Half-Life: Alyx, pero los objetos tienen comportamiento, colisionan, reaccionan. ¿Imperfecto? Sí. ¿Prometedor? Más de lo que estamos preparados para asumir.
Eso sí: todavía no genera textos legibles en entornos (carteles, pantallas) ni puede simular conversaciones con NPCs de forma natural. Pero la base ya está puesta. No es una demo técnica más: es un modelo funcional en fase de investigación, y se está utilizando ya para exploración académica, entrenamiento de IA y pruebas de diseño procedimental.
¿Es esto VR? Todavía no… pero se le acerca peligrosamente
De momento, Genie 3 no está pensado para gafas VR. Pero el equipo de Google DeepMind ha confirmado que el modelo genera entornos con latencia inferior a 50 ms, lo cual ya entra dentro del umbral tolerable para experiencia VR con reproyección. ¿Traducción? Con unas capas de integración más, se podría adaptar para generar mundos explorables en VR casi al vuelo.
La generación se basa en entornos 2D pseudo-3D, pero el siguiente paso lógico es expandir eso a estereoscopía, añadir detección de profundidad y adaptarlo a entornos XR reales. Si esto ocurre —y todo indica que ocurrirá—, Genie 3 no solo será una herramienta para crear vídeos o juegos… será el primer paso real hacia mundos IA generativos, adaptativos y persistentes en XR.

Una puerta al futuro… que se está abriendo demasiado deprisa
Lo fascinante —y también inquietante— de Genie 3 es que reduce drásticamente la distancia entre pedir y tener. Si la creatividad digital hasta ahora dependía de pipeline, modelado, edición y scripting, aquí basta con describir una idea para verla en acción.
¿Educación? Simulaciones históricas generadas al instante.
¿Videojuegos? Mundos sandbox sin necesidad de diseñadores.
¿Narrativas? Cuentos que se construyen mientras los vives.
Y claro, esto también plantea preguntas incómodas: ¿quién controla lo que se genera? ¿Quién verifica lo que es real y lo que no? ¿Cómo protegemos la integridad visual y ética de estos mundos en los que cualquiera puede sumergirse?
Genie 3 no es un producto comercial, al menos no todavía. Pero su existencia cambia las reglas del juego. No estamos hablando de lo que podría hacer la IA. Estamos viendo lo que ya hace.
Así que si la próxima vez te encuentras en un entorno increíble generado en segundos y crees que estás soñando… no, probablemente sea Google. Y probablemente estés dentro de Genie 4.