Meta y EssilorLuxottica celebran cifras históricas gracias a unas gafas sin pantallas… pero con mucho tirón
Ni visores ni cascos ni hologramas. En la primera mitad de 2025, el producto estrella en el ecosistema de la realidad extendida ha sido algo mucho más discreto: las Ray-Ban Meta Smart Glasses, la colaboración entre Meta y el gigante óptico EssilorLuxottica, que ha logrado triplicar sus ingresos respecto al año anterior. Y no lo decimos nosotros: lo ha confirmado la propia compañía durante su última presentación de resultados financieros.
En un mundo saturado de tecnología vistosa, estas gafas inteligentes han encontrado su nicho apostando por el minimalismo con cerebro. No llevan pantallas, no proyectan hologramas y no prometen convertirte en Iron Man. Pero permiten grabar vídeos, hacer streaming, usar comandos de voz y recibir llamadas sin que parezcas salido de un laboratorio. Y eso, al parecer, gusta. Mucho.

Un arranque de año imparable para EssilorLuxottica
Durante los seis primeros meses de 2025, EssilorLuxottica ha generado 14.000 millones de euros en ingresos, lo que supone un crecimiento del 7,3 % respecto al mismo periodo del año anterior. Y según sus propios ejecutivos, el motor principal de ese crecimiento no ha sido ni Prada, ni Oakley, ni sus lentes progresivas de alta gama, sino las gafas de Meta. Concretamente, describieron las ventas de las Ray-Ban Meta como “excepcionales”.
A esto se suma un beneficio operativo ajustado de 2.530 millones de euros, un flujo de caja libre de 951 millones y una previsión de ventas cada vez más optimista para el segundo semestre. En otras palabras: las Ray-Ban con cámara, micrófono y cerebro están ayudando a una de las mayores empresas de óptica del mundo a mirar con claridad hacia el futuro. Literalmente.

Meta sigue invirtiendo a lo grande en el mundo que no se ve
Este éxito no ha llegado de la nada. Meta lleva tiempo apostando fuerte por las gafas inteligentes sin pantallas, como una forma de llevar funciones avanzadas de IA al día a día sin necesidad de aislarte visualmente del mundo. Las Ray-Ban Meta de segunda generación, lanzadas en 2023, mejoraron notablemente respecto a sus predecesoras (las Ray-Ban Stories), y han vendido más de dos millones de unidades desde su debut.
¿El objetivo para los próximos años? Alcanzar los 10 millones de unidades anuales antes de 2026, y extender la tecnología a nuevas líneas de producto bajo marcas como Oakley o incluso Prada. Además, Meta ha invertido 3.000 millones de euros en EssilorLuxottica, adquiriendo un 3 % de la empresa y asegurando una relación a largo plazo que podría crecer hasta el 5 % si todo va según lo previsto.
La estrategia es clara: no todo tiene que pasar por el metaverso. También hay espacio para dispositivos híbridos, con estética cuidada, funcionalidades concretas y una integración progresiva de la IA generativa. En lugar de gritar “futuro” a los cuatro vientos, estas gafas susurran “presente” al oído… y parece que eso vende mejor.

Una categoría que crece más rápido que el hype
Según los analistas, el mercado de las gafas inteligentes con funciones de IA crecerá a un ritmo anual del 60 % hasta 2029. Y lo hará no tanto por su potencial visual como por su capacidad para asistir, registrar y conectar sin interrumpir. En ese campo, las Ray-Ban Meta ya han demostrado que se puede ser útil sin ser invasivo, y ofrecer valor sin convertirte en el centro de atención.
Las funciones actuales incluyen grabación de vídeo en primera persona, fotos, transmisión en directo a redes sociales, comandos de voz, respuestas contextuales mediante inteligencia artificial, llamadas, música y más. Todo ello con una estética de gafas de sol de toda la vida, algo que la mayoría de los usuarios agradecen en comparación con los prototipos futuristas de otros fabricantes.
Lo mejor de todo es que, por primera vez en mucho tiempo, un dispositivo wearable está generando entusiasmo real fuera del nicho techie. Desde creadores de contenido hasta profesionales de campo, las gafas inteligentes de Meta han encontrado una fórmula inesperada: no ser demasiado futuristas.

Las gafas del futuro… que ya están en tu cara
La fórmula es sencilla y efectiva: en lugar de intentar reinventar la rueda, Meta y EssilorLuxottica han convertido unas gafas de sol clásicas en un dispositivo inteligente con IA, sin cambiar su forma ni su esencia. No necesitas un visor, ni un mando, ni una curva de aprendizaje. Solo ponértelas y decir: “Empieza a grabar”.
Mientras muchos siguen esperando al siguiente gran visor XR, las Ray-Ban Meta ya están generando ingresos récord. Y lo están haciendo desde la sombra, sin hype exagerado ni campañas explosivas. Quizá el futuro no esté en la cara… sino en lo que no se nota que llevas puesto.