Cuatro elementos, combate cuerpo a cuerpo, y tú en medio de una tormenta mágica sin reglas

Pocas veces un juego VR independiente llega tan lejos con tan pocos recursos como lo ha hecho Elements Divided, una propuesta nacida del amor a la acción mágica, los combates intensos y la idea de que, si vas a jugar en realidad virtual, más te vale mover el cuerpo de verdad. Desarrollado por Loco Motion, un pequeño estudio con ideas muy claras y ambición desbordante, el juego nos mete de lleno en un entorno competitivo donde el dominio de los elementos es literal: tierra, fuego, agua y aire no son solo decorado, son armas, escudos y estilo de juego. Disponible en Meta Quest 2, 3 y 3S, así como en PC VR, el título se apoya en la potencia de la nueva generación de visores para ofrecer una experiencia que, sin ser perfecta, resulta fresca, intensa y sorprendentemente divertida. Desde el primer combate, queda claro que aquí no se viene a aporrear botones. Se viene a entrenar, a sudar y a dominar la fuerza de la naturaleza como si fueras un personaje de anime… pero con tu cuerpo real.

Mecánicas profundas, gestos físicos y un combate que exige implicación total

El juego te suelta en un tutorial claro y directo que te enseña lo esencial: moverte, defenderte, atacar y, por supuesto, controlar los elementos. Cada uno tiene su propia lógica, sus ataques especiales, sus estilos de movimiento y sus fortalezas y debilidades. El fuego es agresivo, el agua te permite fluir entre enemigos, la tierra aguanta y golpea como un muro viviente, y el aire… bueno, si te gustan los giros rápidos y los combos acrobáticos, es tu elemento. Lo que más sorprende es lo bien que se integra el movimiento corporal en cada acción. Usando un sistema de inverse kinematics bastante pulido, el juego recrea tu cuerpo entero en pantalla, simulando piernas y posturas aunque no tengas tracking completo. ¿Es perfecto? No. ¿Es efectivo? Mucho. La sensación de estar dentro del personaje, de controlar con precisión cada hechizo, es de lo más satisfactorio que hemos probado últimamente en VR. Y ojo: dominar un elemento es solo el principio. El juego te permite cambiar de uno a otro durante el combate, lo que añade una capa táctica constante que exige memoria muscular, concentración y un poco de locura bien dosificada.

Elements Divided

Un multijugador adictivo que convierte cada partida en una coreografía de destrucción

Si el sistema de combate ya impresiona en solitario, el multijugador lo eleva a otro nivel. Aquí no hay autoapuntado, ayudas mágicas ni scripts que te saquen las castañas del fuego. Cada enfrentamiento es un duelo de reflejos, estrategia y sangre fría. Ya sea en combates por equipos, duelos uno contra uno o en los modos cooperativos contra enemigos y jefes controlados por la IA, el juego exige lo mejor de ti… y de tu conexión a internet. Los choques de habilidades elementales, las esquivas en el último segundo, los combos bien ejecutados y los errores garrafales que terminan en derrota hacen que cada partida sea única y memorable. Además, el juego incluye una zona central donde puedes practicar con tranquilidad o simplemente socializar con otros jugadores. Incluso hay espacio para acariciar criaturas mágicas, en un gesto tan adorable como inesperado. Todo esto forma parte de un ecosistema pensado para mantenerte enganchado, para que cada sesión sea un paso más en tu camino hacia el dominio total de los elementos. Y lo logra. Vaya si lo logra.

Elements Divided

Una estética sencilla pero funcional que brilla cuando entra en acción

Visualmente, Elements Divided no aspira a deslumbrar con hiperrealismo ni a recrear entornos detallados al milímetro. En su lugar, apuesta por una estética limpia, de líneas claras y efectos bien medidos. Los elementos brillan con partículas dinámicas que llenan la pantalla sin saturarla, las animaciones responden bien a tus movimientos y, aunque no hay grandes escenarios que explorar, los entornos cerrados están diseñados con inteligencia para favorecer el combate. En Meta Quest 3, el rendimiento es excelente: no hay caídas de frames, los tiempos de carga son mínimos y todo se ve con nitidez más que suficiente. En PC VR se gana un poco más de calidad visual, con sombras más definidas y texturas mejoradas, pero la versión standalone cumple con creces y demuestra que este juego ha sido optimizado con cabeza. No es un port, es una experiencia pensada desde el principio para este hardware. Y eso se nota.

Elements Divided

Sonido correcto, banda sonora discreta y efectos que cumplen su función

Donde el juego no arriesga demasiado es en su apartado sonoro. La música está presente, pero pasa a segundo plano en cuanto empieza la acción. No hay temas especialmente memorables, pero tampoco molestan. Simplemente están ahí, acompañando sin robar protagonismo. En cambio, los efectos de sonido de cada habilidad sí están bien diferenciados, con ruidos característicos para cada elemento y una buena sensación de impacto cuando aciertas un golpe o activas una defensa. No hay diálogos, ni falta que hace. La experiencia es puramente física y visual, y el sonido cumple con reforzar esa inmersión sin necesidad de grandes alardes. No destaca, pero tampoco falla. Y en un juego donde el foco está puesto en el movimiento y el combate, eso ya es bastante.

Elements Divided

Rejugabilidad garantizada, evolución prometida y una base sólida para crecer

Aunque el juego carece de una campaña tradicional o una narrativa profunda, su enfoque está claro: la progresión es tuya, y depende de tu habilidad. A medida que juegas, desbloqueas nuevas técnicas, aprendes a leer a los enemigos, a combinar elementos, a dominar tiempos y movimientos. No hay un final como tal, sino una mejora continua que se convierte en la auténtica recompensa. Además, Loco Motion ha confirmado que seguirá actualizando el juego, con nuevas habilidades, ajustes de equilibrio y contenido extra que irá ampliando la experiencia. No es un título que quemes en un fin de semana. Es uno al que volverás una y otra vez para entrenar, mejorar, y sí, para dejar a tus rivales virtuales convertidos en cenizas, hielo, escombros o polvo flotante. Elige tu estilo.

Elements Divided

Veredicto final: cuando la realidad virtual te exige levantarte del sofá… y te alegra que así sea

Elements Divided es una rara avis dentro del panorama VR actual. No intenta copiar fórmulas conocidas ni seguir la moda del momento. Hace lo suyo. Y lo hace muy bien. Es un juego que te obliga a implicarte, a moverte, a pensar y a sudar. No es para todo el mundo. Si buscas una experiencia pasiva, relajada o con historia guiada, pasa de largo. Pero si quieres algo que te rete, que te haga mejorar con cada combate y que te recompense con una sensación real de control y poder, este es tu juego. La combinación de elementos, física, multijugador y presencia corporal es adictiva, y aunque tiene aspectos por pulir, se siente como una base firme sobre la que construir algo grande. Y en una industria que a veces parece perder la chispa de lo original, eso es oro puro.

Elements Divided

6.3 Puntuación

PROS

  • Sistema de combate exigente, profundo y original
  • Cuatro estilos elementales bien diferenciados
  • Multijugador activo, variado y muy rejugable
  • Buena optimización en Meta Quest 3

CONS

  • Puede ser duro para novatos o jugadores de sofá
  • Falta de modo historia tradicional
  • Los gestos a veces fallan si no tienes espacio de sobra
  • Tracking de piernas simulado, no real

Puntuación de Generación XR

  • Gráficos y estilo visual 0
  • Sonido y ambientación 0
  • Jugabilidad e interacción 0
  • Controles y físicas VR 0
  • Narrativa y contexto 0
  • Duración y progresión 0
  • Optimización en Quest 0
  • Originalidad e inmersión 0

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