El nuevo juego de Creativity AR mezcla rompecabezas, infiltración y herramientas caseras para traerte una aventura digna de MacGyver con visor VR
Si alguna vez has querido sentirte como un espía… pero con un destornillador en la mano y un dron como compañero de aventuras, tenemos buenas noticias. El estudio Creativity AR ha anunciado el lanzamiento de Fixer Undercover, un juego de escape e infiltración en primera persona para Meta Quest y PCVR.
Y aquí no hay gadgets elegantes ni trajes ajustados: solo tú, tus herramientas improvisadas y una conspiración a punto de estallar dentro de una prisión de máxima seguridad.
La premisa es tan loca como irresistible: infiltrarse en la prisión “Redemption” para desenmascarar un oscuro programa de rehabilitación, usando métodos poco ortodoxos y una buena dosis de ingeniería de andar por casa. La fecha de lanzamiento aún no ha sido revelada, pero ya puedes añadirlo a tu radar si eres amante de los puzles, el humor sutil y las chapuzas creativas con consecuencias muy reales.
Espías de medio pelo, pero con recursos: así es tu misión
En Fixer Undercover encarnas al Agente 404, un técnico infiltrado que debe recopilar pruebas de un sistema penitenciario corrupto. ¿Armas? Ninguna. ¿Aliados? Uno: Winston, un dron parlanchín con bastante más carisma que muchos NPCs modernos.
Tu mejor defensa será la lógica, tus habilidades con herramientas y la capacidad de pasar desapercibido mientras desmontas mecanismos, pirateas sistemas de vigilancia o sueltas frases ingeniosas sin que te pillen.
El juego se estructura en siete capítulos, cada uno ambientado en diferentes zonas de la prisión. Tendrás que enfrentarte a retos que combinan puzles físicos, lógica y manipulación del entorno en tiempo real. Todo ello acompañado de una narrativa ligera, pero llena de intriga, con diálogos bien escritos y sorpresas que van más allá de lo habitual en el género.

Escapar con estilo: físicas, interacción y una pizca de caos controlado
Uno de los pilares de Fixer Undercover es su sistema de físicas e interacción: cada herramienta tiene su peso, su uso y sus límites. Taladros, martillos, cables, palancas… Todo está ahí para ser usado de forma creativa (o desastrosa).
No basta con encontrar la llave: a veces hay que fabricarla, soldarla, improvisarla con lo que tengas a mano. El juego invita a experimentar, a fallar, a reintentar… y a reírte en el proceso.
La relación con Winston es otro de los puntos fuertes: este simpático dron no solo sirve como guía, sino como alivio cómico, apoyo táctico y ocasional fuente de sabiduría sarcástica. Algo así como un GLaDOS menos homicida y más bromista.
Visualmente, el juego presenta una estética limpia, con ambientes industriales creíbles, iluminación atmosférica y un diseño de niveles pensado para que siempre tengas varias soluciones posibles. No hay un solo camino, y eso es parte de su encanto.

¿Una aventura menor? Para nada. Esto huele a saga en ciernes
Aunque a primera vista pueda parecer un proyecto menor, Fixer Undercover apunta maneras para convertirse en una franquicia. La mezcla de humor, mecánicas interactivas y narrativa episódica lo hace ideal para expansiones o nuevos casos en el futuro.
Además, el hecho de estar desarrollado desde cero para realidad virtual —y no ser un port adaptado— se nota en cada rincón: desde el inventario físico que llevas contigo hasta la forma en que manipulas los objetos.
Creativity AR ya ha demostrado con proyectos anteriores que sabe jugar con las posibilidades del medio, y aquí parece haber dado con una fórmula que podría enganchar a quienes buscan algo más que disparos o terror en VR.

¿Cuándo podrás infiltrarte tú? Pronto, aunque sin fecha confirmada
De momento, Fixer Undercover no tiene fecha de lanzamiento oficial, pero sí está confirmado para Meta Quest (2, 3, Pro) y PCVR. Es probable que sepamos más durante las próximas semanas, ya que el tráiler publicado ha generado bastante curiosidad entre los fans del género.
Lo que está claro es que este título propone algo diferente: no salvar el mundo, sino desmontarlo con tus propias manos… y quizás un par de tornillos de más. Porque en la realidad virtual, a veces lo más emocionante no es disparar… sino arreglar.