Una propuesta tan inquietante como irregular… con aroma a pasillo de outlet indie
Las muñecas han vuelto. Pero no las que ríen, cantan o dicen «mamá», sino las que acechan en la oscuridad con ojos vacíos y movimientos espasmódicos. Dollhouse: Behind the Broken Mirror es la nueva entrega del universo Dollhouse, ese extraño cóctel de terror psicológico, puzles y narrativa enrevesada que intenta golpear el espejo del subconsciente… pero se queda atascado en la puerta del cuarto de baño.
La desarrolladora Indigo Studios ha querido llevar su visión más lejos en esta entrega con el apoyo del publisher SOEDESCO, y gracias a Tesura Games tenemos disponible el juego en formato físico para PlayStation 5 y Xbox Series X en tiendas españolas. Es un lanzamiento que apunta alto: estética vintage, horror narrativo, mecánicas de espejo y una ambientación que recuerda al cine noir más tenebroso. Pero bajo ese envoltorio prometedor se esconde una experiencia tan rota como el título sugiere.
Un juego de espejos… con reflejos turbios
La historia nos pone en la piel de una mujer con amnesia —porque si no hay trauma, no hay terror, ¿verdad?— atrapada en una casa de muñecas surrealista donde la realidad y el reflejo se funden y confunden. La mecánica central gira en torno al uso de espejos, que permiten ver o interactuar con el mundo de forma alternativa. Un concepto que podría haber sido brillante si no fuera porque muchas veces el reflejo es más interesante que el juego real.
Lo narrativo intenta ser profundo, psicológico, perturbador. Pero cae en lo pretencioso, lo confuso y lo recargado. Hay textos, voces, documentos y secuencias que deberían conectar con el jugador… pero que a menudo se sienten como un puzzle desordenado de ideas que no terminan de encajar.

Jugabilidad que tropieza en su propio decorado
El juego mezcla puzles, exploración y sigilo, con algunos sustos muy efectivos y otros que parecen salidos del generador automático de jumpscares™. Mueves a tu personaje por escenarios oscuros, resuelves acertijos (algunos bastante ingeniosos) y huyes de amenazas… aunque más de una vez lo que da miedo no es el enemigo, sino la cámara o el sistema de colisiones.
El control es torpe, la IA errática, y el diseño de niveles peca de laberíntico en el mal sentido. Hay momentos de tensión bien logrados, pero también ratos de auténtico tedio donde no sabes si estás en un survival horror o en una demo de Unreal Engine sin terminar.

Visualmente cautivador… hasta que se rompe
Hay que decirlo: Dollhouse: Behind the Broken Mirror tiene momentos visuales muy potentes. El uso de luces, reflejos y texturas retro crea una atmósfera incómoda que encaja con el tono de pesadilla. Algunos escenarios, especialmente los más oníricos, están logrados con gusto. Pero esto no dura mucho.
El rendimiento en PlayStation 5 es aceptable, aunque se notan bajones, popping y alguna que otra carga lenta inexplicable en 2025. Los modelos de personajes son correctos pero no destacan, y el diseño artístico en general transmite más potencial que acabado. El sonido ayuda, pero a veces cae en lo repetitivo o directamente en lo irritante.

¿Merece la pena esta nueva muñeca rota?
Dollhouse: Behind the Broken Mirror es una propuesta valiente que intenta ofrecer una experiencia de terror distinta, personal, más centrada en lo psicológico que en lo sangriento. Tiene ideas buenas, una ambientación sugerente y un lore que, si logras descifrarlo, puede resultar interesante. Pero las buenas intenciones no bastan cuando el resultado final es tan irregular, tan torpe en lo jugable y tan poco accesible para el gran público.
Ideal para fans muy concretos del terror experimental y los títulos que no te lo dan todo masticado. Para el resto, hay muchas otras casas del terror donde pasar mejor rato… sin cortarse con cada espejo roto.

Puntuación final: 6 / 10
Lo mejor:
- Una ambientación única, entre lo noir y lo pesadillesco.
- La mecánica de los espejos, al menos como concepto.
- Momentos de terror muy logrados, aunque escasos.
- Disponible en formato físico gracias a Tesura Games.
Lo peor:
- Jugabilidad torpe, con control poco fluido y fallos técnicos.
- Historia confusa, poco accesible y a veces pretenciosa.
- Repetitivo en sus mecánicas y ritmo irregular.
- Da más miedo que no esté más pulido que por lo que propone.