El nuevo título de Tributary Games, creadores de King of the Castle, mezcla misticismo, narrativa oculta y solitarios imposibles en una experiencia cerebral que desafía tu lógica y tu paciencia
En un mundo donde los tutoriales te lo explican todo antes de que empieces a jugar, Occlude hace justo lo contrario: te lanza a un abismo de cartas, entidades místicas y rituales secretos, y te desea buena suerte. Este nuevo título de Tributary Games, conocidos por su trabajo en King of the Castle, es un juego de cartas narrativo que no se preocupa por explicarte sus reglas. Porque aquí, aprender es parte del viaje… y también del castigo.
Inspirado en lo oculto, los misterios sin resolver y las pesadillas lynchianas, Occlude nos introduce en un universo en el que cada carta puede significar algo… o nada. Y donde cada ritual es un pequeño rompecabezas diseñado para desorientarte, desconcertarte y, si eres lo bastante terco, fascinarte.
Siete Rituales, siete Entidades y una mecánica que se revela a golpes de intuición
La base del juego gira en torno a siete Rituales, cada uno regido por su propia Entidad sobrenatural y con una lógica propia que, por supuesto, no se te explica. ¿El objetivo? Comprender, a base de ensayo, error y mucha observación, qué demonios está pasando.
Samuel Partridge, director de estudio en Tributary Games, lo resume así: “Queríamos que las reglas del juego en sí fueran parte del descubrimiento”. Y vaya si lo son. Occlude agarra la estructura del solitario clásico y la retuerce hasta que ya no sabes si estás jugando a las cartas o invocando a algo. Resolver cada ritual es entenderlo, y entenderlo implica fallar, interpretar pistas, y leer entre líneas de un diseño que es tan elegante como enigmático.
Un modo historia para quienes buscan más Twin Peaks y menos sudoku
Aunque el juego se diseñó con la intención de confundir y desafiar, los desarrolladores escucharon las súplicas (y gritos) de los jugadores durante Steam Next Fest. ¿La respuesta? Un Modo Historia que permite disfrutar de la narrativa sin necesidad de completar cada ritual con un máster en lógica abstracta.
Este modo baja la dificultad de los puzles y permite centrarse en el verdadero motor de Occlude: su atmósfera. Porque sí, los acertijos son complejos, pero la historia que se oculta entre las cartas —con sus documentos, símbolos, entidades y secretos— es tan intrigante como cualquier buen thriller paranormal. Un caramelo para los fans del misterio que no tienen tiempo (ni ganas) de dejarse la cabeza con cada mecánica.
Un ARG paralelo para quienes no pueden dejar de buscar respuestas
Como si el juego base no fuera ya suficientemente críptico, Occlude incluye también un componente de juego de rol alternativo: Seven Cards, Seven Rituals. Este ARG gratuito se ha desarrollado en paralelo al juego y permite a los jugadores descubrir más sobre su universo a través de investigaciones externas, pistas repartidas por Internet y desafíos colaborativos.
Este enfoque recuerda a las campañas virales más elaboradas del mundo indie, y pone de manifiesto que Tributary Games no está aquí solo para lanzar un juego, sino para construir una experiencia transmedia que premia la obsesión y la atención al detalle.
Una apuesta extraña, valiente… y con mucho potencial oculto
Occlude no es para todo el mundo, y no lo pretende. Es un juego que desafía al jugador desde el primer segundo, que oculta más de lo que enseña, y que recompensa a los que disfrutan interpretando símbolos y desentrañando reglas con cuentagotas. En un mercado saturado de experiencias que te llevan de la mano, este título propone lo contrario: suelta la mano, y a ver si te las arreglas.
Por eso, su mayor virtud es también su mayor riesgo: puede desconcertar, frustrar y perder a muchos jugadores por el camino… pero también puede obsesionar a los que buscan algo distinto, más crudo, más cerebral. Un juego que no te dice “juega como quieras”, sino “juega como puedas”.