La esperada actualización para Quest 3 mejora el apartado gráfico, añade sombras suaves y permite a los jugadores cultivar sus propios recursos en pleno Amazonas… si sobreviven lo suficiente, claro
Barcelona, 4 de julio de 2025 – La selva amazónica ya era un lugar complicado en realidad virtual, pero ahora luce mejor que nunca… y también te permite plantar tomates. Green Hell VR, el popular juego de supervivencia de Incuvo basado en el original de Creepy Jar, acaba de recibir una importante actualización específica para Meta Quest 3, con notables mejoras visuales y una nueva mecánica de cultivo que añade profundidad al sistema de supervivencia.
Este parche, disponible desde hoy, eleva considerablemente el realismo de la experiencia en Quest 3 y Quest 3S, demostrando cómo los visores standalone siguen evolucionando hacia niveles gráficos impensables hace apenas un par de años.
Una jungla más viva y peligrosa, ahora también más bonita
La actualización de Green Hell VR aprovecha las capacidades técnicas de Quest 3 para ofrecer un apartado gráfico mucho más trabajado. Los cambios afectan tanto al terreno como a la vegetación, al agua y a la iluminación, con el objetivo de reforzar la inmersión y el realismo del entorno.
Entre las mejoras destacan:
- Sombras suaves que aportan mayor profundidad y naturalidad a los entornos.
- Texturas y modelos optimizados, que mejoran la nitidez de la vegetación y los objetos sin sacrificar rendimiento.
- Shaders de agua renovados, que ahora presentan efectos de reflejo y movimiento mucho más realistas.
- Iluminación ambiental mejorada, que realza el contraste entre las zonas de sol y sombra de forma dinámica.
Todo ello contribuye a que la selva amazónica no solo se vea más impresionante, sino que también resulte más intimidante. Porque en Green Hell VR, perderte entre los árboles no es solo cuestión de estética: es cuestión de vida o muerte.

Cultiva para sobrevivir: nueva función estratégica
Más allá del aspecto gráfico, la actualización incorpora una mecánica muy demandada por la comunidad: el cultivo de plantas, un sistema que amplía las posibilidades de supervivencia a largo plazo y permite planificar mejor la recolección de recursos.
Los jugadores ahora pueden:
- Construir maceteros y zonas de cultivo improvisadas en su campamento.
- Sembrar y cuidar hasta 10 tipos de plantas, entre especies grandes y pequeñas.
- Recolectar sus propios alimentos o ingredientes medicinales, sin depender únicamente de la exploración.
- Integrar el cultivo en su estrategia general de supervivencia, ideal para quienes buscan asentarse a largo plazo en la selva.
Este añadido no solo diversifica la jugabilidad, sino que también permite a los jugadores establecer una cierta rutina en medio del caos y el peligro constante de Green Hell VR, donde las enfermedades, el hambre y los depredadores acechan tras cada árbol.

Más allá de Quest 3: ¿qué podemos esperar?
La actualización actual se centra en Quest 3 y Quest 3S, aprovechando la potencia de los nuevos visores de Meta. De momento no se ha confirmado si estas mejoras llegarán, en mayor o menor medida, a otras plataformas como PC VR o PS VR2, aunque Incuvo ha dejado claro en anteriores comunicados que su intención es seguir puliendo y expandiendo el juego en todos los dispositivos compatibles.
Tampoco se descarta que el sistema de cultivo sirva como base para futuras expansiones, con nuevos recursos, recetas o incluso mecánicas de construcción más elaboradas. De momento, los aventureros pueden empezar a probar suerte con la horticultura… siempre que no terminen siendo el abono.

El survival VR sigue creciendo… igual que las plantas
Green Hell VR sigue consolidándose como una de las experiencias de supervivencia más inmersivas, exigentes y realistas disponibles en realidad virtual. Con cada actualización, el juego demuestra que no solo se trata de gráficos bonitos: se trata de crear un ecosistema vivo, dinámico y despiadado, donde el jugador debe adaptarse o morir.
Esta nueva actualización para Quest 3 confirma que la jungla virtual no solo es más bonita… también más compleja, más estratégica y, por supuesto, más letal.