Un juego hecho en Brasil que mezcla velocidad, cultura callejera y una banda sonora que suena directamente desde las favelas al mundo entero
Hay juegos de coches, y luego está Music Drive: Chase the Beat, donde los derrapes, los disparos y los bajos retumbando forman parte de la misma experiencia. La brasileña QUByte Interactive, en colaboración con Salve Games, ha desvelado este trepidante cóctel de conducción, acción y música urbana que promete romper los límites de la velocidad… y del sonido.
El juego estará disponible a partir del 3 de julio de 2025 en Steam, PlayStation 4 y 5, Xbox One, Xbox Series X|S y Nintendo Switch, listo para que los jugadores se lancen a las calles al ritmo de una banda sonora auténtica, creada por artistas reales que representan la cultura callejera con orgullo.
Conducir, disparar y ritmo sin descanso
En Music Drive, no basta con pisar el acelerador: aquí hay que tener puntería y buen oído. Los jugadores se pondrán al volante de Tina, la conductora más escurridiza de su barrio, mientras su compañero Tunner se encarga de eliminar amenazas a golpe de gatillo. Juntos, deberán recorrer escenarios urbanos llenos de obstáculos para recuperar las cintas de casete robadas, que contienen pistas inéditas de artistas emergentes.
Las persecuciones no siguen un patrón fijo. Según explican los desarrolladores, los enemigos actúan de forma dinámica, rodean al jugador y colaboran entre sí, creando una tensión constante en cada partida. Es un sistema diseñado para que ninguna carrera sea igual a la anterior, y que el factor sorpresa siempre esté presente, tanto en la carretera como en los altavoces.
Música real, artistas reales: la favela toma el mando
Lo que hace único a Music Drive no es solo su jugabilidad acelerada, sino su compromiso con la música urbana auténtica. Con cada actualización, el juego presentará nuevos artistas, ofreciendo al jugador no solo un reto en la pista, sino un escaparate sonoro directo desde las calles.
La banda sonora inicial corre a cargo de NP Vocal, un rapero salido de la favela que ha logrado llevar su música al ámbito internacional a través del juego. Sus temas marcan el ritmo de cada giro brusco, cada explosión y cada persecución al límite.
“Ver mi música en un juego que está llegando a todo el mundo es un sueño hecho realidad. Se trata de llevar la favela a nuevos lugares”, afirma el propio NP Vocal, orgulloso de formar parte de un proyecto que conecta música, videojuegos y cultura de barrio.
Un juego nacido de la cultura urbana
Detrás de Music Drive hay una historia tan auténtica como su propuesta jugable. Todo comenzó en Perifacon, un evento brasileño que celebra la cultura geek, el rap y los videojuegos desde la periferia. Fue allí donde los creadores de Salve Games y QUByte Interactive unieron fuerzas para dar vida a este proyecto.
Guilherme Candido, desarrollador y vecino de Cohab 2, en las afueras de São Paulo, explica que su objetivo siempre fue claro: “Quería crear un juego accesible, pero con un sistema de persecución dinámico y desafiante. Nada de patrones predecibles. Queríamos que los enemigos colaboraran, que te rodearan… que cada partida fuera un caos controlado y emocionante”.
Con esa filosofía nació un título que combina adrenalina, cultura y música en una sola experiencia.
Visuales retro con sabor a barrio
Lejos de los gráficos hiperrealistas de otros títulos, Music Drive apuesta por un estilo retro low-poly con mucho carácter. Colores vibrantes, diseños sencillos pero efectivos y una estética que bebe directamente de los barrios brasileños, ofreciendo un look que combina nostalgia, accesibilidad y personalidad propia.
La propuesta gráfica encaja a la perfección con la música y la jugabilidad, creando una experiencia que, sin ser un triple A, destaca por su frescura y autenticidad.
Music Drive: Chase the Beat arranca el 3 de julio
El próximo 3 de julio de 2025, los jugadores podrán disfrutar de este frenético cóctel de conducción y música en Steam, PlayStation 4 y 5, Xbox One, Xbox Series X|S y Nintendo Switch.
Una propuesta que demuestra que los videojuegos también son un altavoz para la cultura urbana, que se puede acelerar al ritmo de un beat y que, a veces, las grandes historias no salen de un estudio multimillonario, sino de las calles.
La carretera te espera. El beat también.