Un viaje emocional en primera persona que dura poco… pero se queda contigo para siempre

En un mercado saturado de mundos abiertos infinitos, coleccionables absurdos y tramas que parecen escritas por IA con resaca, llega Instants, un título independiente que dice: “Eh, para el carro. Mira a tu alrededor. Escucha ese reloj. ¿Lo oyes?”. Y entonces, sin darte cuenta, te atrapa.

Desarrollado por Seize Studios y distribuido por Firenut Games, este pequeño experimento emocional desembarca en Nintendo Switch con una propuesta que desafía todo lo que esperas de un videojuego. No vienes aquí a salvar el mundo. Vienes a sentir. A recordar. A llorar un poquito, tal vez. O a sonreír ante lo más tonto. Porque Instants no quiere ser un juego, quiere ser un momento. Y lo consigue.

Mecánicas sencillas, emociones profundas: así se juega Instants

La jugabilidad de Instants es más simple que el menú de una cafetera antigua. Caminas, miras, interactúas. Ya está. No hay combates, puzles ni decisiones complejas. Pero ojo, porque en esa sencillez se esconde su magia. Te sumerges en escenas estáticas, pero llenas de vida, con pequeños elementos interactivos que desbloquean pensamientos, recuerdos, o simplemente te invitan a contemplar.

El control es suave, aunque en Nintendo Switch puede sentirse algo torpe en algunos momentos. Nada grave, pero conviene avisarlo. Aquí lo importante no es lo que haces, sino lo que sientes mientras lo haces. Cada escena es como un poema breve: lo lees en un suspiro, pero te deja pensando el resto del día.

Historias que no te cuentan… pero te hacen recordar las tuyas

Instants no tiene una narrativa tradicional. No hay una historia que seguir de principio a fin. En su lugar, ofrece pequeñas viñetas de vida. Una mudanza. Un mensaje de texto. Una tarde de lluvia en soledad. Cosas normales. Demasiado normales… hasta que las ves desde dentro.

Lo mejor es que el juego no te da explicaciones. Todo es sugerido, insinuado, dejado a tu interpretación. Y eso lo convierte en algo íntimo, casi terapéutico. Porque cuando una historia no te dice lo que tienes que sentir, acabas sintiendo más de lo que esperabas.

Gráficos minimalistas que transmiten más de lo que parecen

A nivel visual, Instants es todo lo contrario a un triple A. Usa gráficos low-poly, colores suaves, escenarios sobrios. No hay grandes alardes técnicos, pero sí mucho cariño. Cada escena parece una postal melancólica diseñada con mimo. No te va a dejar con la boca abierta, pero sí con un nudo en la garganta.

La dirección artística tiene un objetivo claro: no distraerte con detalles innecesarios. Todo está colocado para que conectes emocionalmente con lo que ves. Y lo logra.

Sonido ambiental que acaricia… o aprieta el pecho en el momento justo

El apartado sonoro es uno de los pilares más potentes del juego. No hay diálogos, no hay narrador. Solo música sutil, efectos ambientales muy bien integrados y silencios. Porque aquí los silencios no son vacíos, son parte del mensaje.

Cuando suena una melodía suave en el momento justo, Instants deja de ser un juego para convertirse en experiencia. Y eso, con tan pocos recursos, es todo un mérito.

No hay online, ni lo necesita: esto va de ti contigo

Lo preguntamos por costumbre, pero no, Instants no tiene modo online. Ni cooperativo. Ni tablas de clasificación. Ni nada que implique más de un jugador. Y eso es perfecto. Este es un viaje solitario, personal, introspectivo. Un rato contigo mismo, que a veces es justo lo que necesitas.

Corto, sí… pero con el alma larga

La duración del juego es de apenas una hora. Una película corta, un paseo largo, un café sin prisas. ¿Es poco? Depende. Si vienes buscando una aventura épica con 40 horas de contenido, sal corriendo. Pero si te dejas llevar por su propuesta, esa hora te parecerá un regalo. Hay juegos que duran semanas y se olvidan al día siguiente. Este dura poco y se te queda dentro.

¿Merece la pena pagar 4,99 € por una hora de juego?

Pues sí. Claramente sí. Porque lo que estás pagando no es por tiempo, sino por lo que te hace sentir. Instants no es rejugable, no tiene extras, no vas a desbloquear nada nuevo. Pero sí vas a recordar lo que viviste. Y eso vale más que muchos juegos de 60 euros que solo te dan checklists vacías.

Valoración final: 8 de 10 y un corazón blandito

Instants es una joyita introspectiva que no será para todo el mundo, pero que para algunos va a ser inolvidable. Pequeño en ambición, gigante en impacto emocional. Una de esas experiencias que llegan sin hacer ruido, pero te remueven por dentro. A veces, menos es más. Y aquí, menos es muchísimo.

Cuatro pros, cuatro contras: directo al grano

  • Lo mejor:
  • Narrativa emocional sin palabras
  • Estética minimalista con gran carga simbólica
  • Banda sonora que acompaña con precisión quirúrgica
  • Ideal para desconectar del ruido mental
  • Lo peor:
  • Muy breve, se termina en una sola sesión
  • No está traducido al español
  • Controles algo toscos en Switch
  • Puede parecer “demasiado indie” para según qué jugador

Veredicto final: un soplo de aire fresco entre tanto blockbuster vacío

No todos los juegos tienen que ser un festival de estímulos. Instants nos recuerda que, a veces, lo verdaderamente importante pasa en silencio, en lo cotidiano, en lo aparentemente insignificante. No te va a volar la cabeza, pero puede tocarte el alma. Y eso, amigo mío, no se consigue todos los días.

Tagged
Suscríbete
Notificar sobre
guest

0 Comments
Oldest
Newest Most Voted
Inline Feedbacks
View all comments