Cuando el multiverso se convierte en un patio de recreo para héroes con mala leche (y puntería selectiva)
En un panorama saturado de shooters que quieren ser John Wick en VR pero acaban pareciendo maniquíes con pistola, llega The Phoenix Gene para intentar romper la cuarta pared… y alguna que otra costilla. Este título, desarrollado por y publicado por HEROmation, nos propone un viaje multiversal lleno de acción, estética de cómic y muchas referencias que harán sonreír a los fans del género.
Disponible en Meta Quest, el juego apunta alto: combate en cámara lenta, narrativas paralelas, estética cel-shading, habilidades especiales y un argumento que se toma lo justo en serio como para mantenerte dentro sin pedirte el carnet de lector de ciencia ficción hardcore.
Jugabilidad: Más poderes que dedos… y eso es decir mucho en VR
The Phoenix Gene no quiere que te limites a disparar. Aquí vienes a hacer piruetas imposibles, activar habilidades de ralentización del tiempo, desatar energía cuántica desde tus puños y cargar contra enemigos como si llevaras el guion de un cómic en la mochila.
El juego combina combate cuerpo a cuerpo, disparos, plataformas y habilidades especiales, todo con un ritmo muy dinámico. Los controles están bien adaptados al visor standalone, aunque en momentos de acción muy intensa, la precisión puede flaquear y alguna mecánica se siente más ambiciosa que pulida.
¿Es difícil? No exactamente. Tiene su curva, pero más que frustrarte, quiere que te sientas poderoso. Y lo consigue… casi siempre. Rejugar ciertos niveles buscando mejoras o dominando nuevas estrategias es parte del encanto, pero no esperes una progresión estilo Souls, esto es un festival de adrenalina, no una misa.

Historia: Multiversos, traiciones y clones. Lo típico de un martes cualquiera
La narrativa de The Phoenix Gene bebe de clásicos como Equilibrium, The Matrix y hasta Spider-Verse. Encarnamos a un protagonista marcado genéticamente para ser el salvador de todos los mundos… o su perdición, según quién tenga la pistola más grande.
Lo interesante es cómo el juego juega con las realidades alternativas, cambiando ambientes, estilos y personajes, haciendo que cada capítulo se sienta como un nuevo cómic dentro del gran tomo. ¿Es original? No demasiado. ¿Está bien contado? Suficientemente. ¿Te mantiene enganchado? A ratos. Pero al menos no intenta ser algo que no es: esto es VR para pasarlo bien, no para sacarte un máster en física cuántica.

Gráficos: Entre el cel-shading y el neón con esteroides
Visualmente, el juego es una delicia para quienes disfrutan del estilo cómic. Los escenarios cambian entre dimensiones con una paleta de colores agresiva, pero bien medida, donde cada mundo tiene su propia personalidad. Los enemigos están bien diseñados (aunque algo reciclados), y los efectos de poderes lucen espectaculares en VR, especialmente en los momentos de cámara lenta.
No es un portento gráfico, pero sí una propuesta estilística clara y muy bien ejecutada para los recursos de Meta Quest. A veces la resolución y el popping empañan un poco el espectáculo, pero nada que arruine la experiencia general.

Sonido: Boom, pow, y una voz que parece sacada de un tráiler de los 90
La banda sonora acompaña con temas electrónicos y orquestales según el momento, aunque ningún tema se queda en la cabeza. Lo que sí destaca es el doblaje en inglés, con una actuación que mezcla dramatismo y sarcasmo. El protagonista tiene ese tono de antihéroe que hace que incluso cuando la trama flaquea, te apetezca seguir escuchándole soltar frases lapidarias mientras dispara a cámara lenta.
Los efectos sonoros cumplen su función sin florituras. Todo suena como debe sonar: puñetazos secos, disparos contundentes y portales dimensionales que parecen abrir la puerta del infierno (en el buen sentido).
Multijugador: Solo ante el peligro… y ante el lag inexistente
No hay multijugador. Y la verdad, tampoco lo necesita. The Phoenix Gene es una experiencia 100% singleplayer que quiere que te sientas el protagonista absoluto. Aunque una futura actualización con cooperativo o desafíos multiversales compartidos no estaría nada mal.

Duración: Ni largo ni corto, justo el tiempo para salvar el mundo… varias veces
El juego ofrece entre 4 y 6 horas de campaña, dependiendo de lo rápido que aprendas a combinar poderes y de si te gusta explorar. Es una duración aceptable para una experiencia VR standalone, con opción de rejugar niveles para mejorar puntuaciones o descubrir secretos alternativos.
¿Te dejará con ganas de más? Probablemente. Pero eso es mejor que pedir la hora en mitad del segundo nivel.
Precio: Un billete dimensional a precio de indie
Con un precio en torno a los 19,99 €, The Phoenix Gene se sitúa en la media de los títulos narrativos para Quest. Dado su apartado gráfico, mecánicas variadas y estilo único, la relación calidad-precio es justa. No es un juego de presupuesto triple A, pero tampoco lo pretende. Es una propuesta honesta con alma de blockbuster independiente.
Una aventura multiversal llena de estilo, poderes y acción que brilla cuando todo funciona… y se tropieza un poco cuando se pasa de ambiciosa. Si te gustan los cómics, los poderes locos y las balas flotando en el aire, aquí tienes tu ración. No cambiará el género, pero te hará sonreír (y sudar un poco) mientras lo intentas.
The Phoenix Gene
PROS
- Estética visual muy atractiva y coherente
- Buena combinación de acción, plataformas y poderes
- Carisma del protagonista
- Nivel de rejugabilidad aceptable
CONS
- Algunos fallos de precisión en los controles
- Historia que podría haber dado para más
- Reutilización de enemigos
- Sin opción multijugador
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