No es la primera vez que Meta aparece en los titulares con promesas de cambiar el juego, pero esta vez podría ir más allá del bombo mediático. Según nuevas informaciones filtradas por el Wall Street Journal, la compañía de Mark Zuckerberg está desarrollando un visor de realidad mixta ultraligero, sin unidad de procesamiento externa y con un diseño más elegante que todo lo que hemos visto hasta ahora.
El nuevo dispositivo —aún sin nombre oficial— se posiciona como una apuesta clara por conquistar a ese público que no quiere parecer un robot cada vez que se pone el visor. Nada de “puck” colgando en la cintura, cables molestos o diseños que te hacen parecer el enemigo final de una película de los 90. Esta vez, la consigna es clara: menos peso, más estilo, y un precio por debajo de los 1.000 dólares.
Una propuesta ambiciosa que busca corregir el pasado
Desde Quest Pro, muchos usuarios esperaban que Meta afinara su puntería en la gama media-alta. Si bien los modelos actuales ofrecen una relación calidad-precio difícil de batir, el diseño y la ergonomía aún tienen margen de mejora. Este nuevo visor ultraligero parece nacer justamente de esa necesidad: mantener potencia sin sacrificar comodidad ni estética.
Y lo más interesante: este dispositivo prescindiría por completo del llamado “puck” —una pequeña unidad de procesamiento que en visores como Vision Pro o Quest Pro puede ir colgada del cuerpo—. Aquí, toda la potencia estaría integrada en el propio visor, lo que implica un rediseño profundo a nivel de arquitectura interna.
Ultraligero y (posiblemente) ultrapopular
Los primeros informes apuntan a que el visor sería sensiblemente más delgado y liviano que los modelos actuales, lo cual podría suponer un cambio de paradigma. Ya no solo hablamos de mejorar la experiencia de juego, sino de hacer la VR más aceptable en entornos profesionales, sociales y casuales.
El objetivo parece claro: ofrecer un visor que no asuste a quien lo ve desde fuera. Uno que puedas ponerte sin parecer un soldado del futuro ni romperte el cuello tras 45 minutos de juego. En otras palabras: Meta quiere que la VR entre en casa… sin necesidad de parecer un electrodoméstico.
Tecnología de última generación, pero sin cifras concretas (aún)
Aunque aún no hay detalles técnicos oficiales, los rumores apuntan a que el visor contará con capacidades de realidad mixta, presumiblemente con passthrough a color, sensores más compactos, nuevo sistema de refrigeración interna y quizás una nueva interfaz adaptada al uso más cotidiano.
Meta lleva tiempo desarrollando su propio chip de realidad extendida en colaboración con Qualcomm, y es muy probable que este dispositivo sea el campo de pruebas definitivo para esa tecnología. Si consiguen integrar todo en un solo visor sin aumentar el grosor o el calor… estaremos hablando de un hito en la historia del hardware VR.
Menos de 1.000 dólares: ¿golpe a la competencia?
La promesa de un precio inferior a los 1.000 dólares lo coloca en un rango interesante. Ni tan caro como un Apple Vision Pro, ni tan accesible como una Meta Quest 2, pero lo suficientemente competitivo como para molestar a ambos lados.
Y es que Meta no necesita vender solo visores. Necesita mantener su ecosistema, atraer nuevos usuarios a Horizon Worlds, vender más apps en su tienda y (por qué no decirlo) recopilar más datos para seguir afinando su futuro metaverso. Este nuevo visor sería, entonces, un producto estratégico para seguir marcando territorio.
¿Cuándo y cómo llegará?
Todavía no hay fecha de presentación oficial, pero todo indica que el dispositivo podría revelarse en uno de los próximos eventos Connect. Y si Meta quiere sorprender, puede que incluso esté más cerca de lo que pensamos. En cualquier caso, lo que está claro es que el camino hacia la realidad virtual delgada, cómoda y socialmente aceptada ha comenzado… y esta vez no lo lidera un prototipo experimental, sino una empresa con millones de usuarios y toda la artillería mediática lista.
La pregunta ahora es: ¿será este el visor que convenza a los escépticos? ¿O se quedará en otro intento fallido de domesticar lo incontrolable que sigue siendo la realidad virtual en 2025?
