En un mundo donde la acción y la adrenalina parecen dominar el catálogo VR, a veces aparece una propuesta que baja el ritmo, respira hondo… y te hace sentir. Así llega Hidden Memories of the Gardens Between VR, la versión completamente rediseñada para realidad virtual del premiado juego indie The Gardens Between, obra de The Voxel Agents, que ahora da el salto a un entorno 100 % inmersivo.
Este nuevo capítulo no es un simple “port”, ni una adaptación rápida. Es una reimaginación desde cero de su emotivo universo, pensada para aprovechar todas las posibilidades de la realidad virtual. Porque cuando se trata de recuerdos, emociones y puzles atmosféricos, nada mejor que poder caminar entre ellos, observarlos desde dentro… y tocarlos con tus propias manos.
De la pantalla al entorno: un mundo flotante al alcance de tu mirada
En esta versión VR, el jugador no controla directamente a Arina y Frendt como en la entrega original, sino que se convierte en un espectador inmersivo, capaz de girar las islas, manipular objetos y observar los cambios temporales desde una nueva perspectiva. Como si fueras un guardián del tiempo flotando en un mundo de recuerdos compartidos.
El entorno mantiene su estética onírica, con colores suaves, formas geométricas imposibles y una construcción visual que mezcla lo doméstico con lo abstracto. El lavavajillas convertido en colina, los relojes que giran sobre plataformas de madera flotante, las casas convertidas en recuerdos suspendidos… todo vuelve, pero más cerca, más grande, más palpable.
Puzles emocionales, tiempo manipulable y silencio que dice más que mil diálogos
Uno de los sellos de identidad de la franquicia es su forma de contar historias sin palabras. Y Hidden Memories of the Gardens Between VR no será la excepción. Aquí no hay texto, ni voz, ni tutoriales pesados. Todo se transmite a través del entorno, del movimiento, de la intuición.
Los puzles se basan en manipular el tiempo y los objetos que lo rodean. El jugador puede hacer avanzar o retroceder los momentos, alterar las condiciones de los escenarios y desbloquear caminos ocultos. Pero más allá del reto mecánico, lo importante es lo que evocan: cada puzle es un fragmento de la memoria compartida entre dos amigos que están a punto de separarse. Cada isla flotante es una etapa de su historia. Y tú estás ahí para recorrerla.
Una experiencia contemplativa, pero profundamente interactiva
La realidad virtual permite que esta entrega sea más inmersiva que nunca. Mover las islas con tus propias manos, observar detalles desde nuevos ángulos, descubrir pequeños secretos visuales o sonoros… todo contribuye a que la experiencia sea más íntima, más táctil, más cercana.
Este no es un juego de velocidad, ni de reflejos, ni de combate. Es una experiencia para disfrutar a tu ritmo, con auriculares puestos y el corazón un poco abierto. Para dejarte llevar por la melancolía sin caer en el drama. Para recordar que los videojuegos también pueden ser poesía interactiva.
Disponible este año en Quest, con más plataformas por confirmar
Hidden Memories of the Gardens Between VR llegará en 2025 a Meta Quest, aunque aún no se ha confirmado si habrá versiones para PCVR o PlayStation VR2. El tráiler de anuncio ha despertado entusiasmo entre los fans del juego original, que lo consideran una de las experiencias narrativas más emotivas del panorama indie de la última década.
La llegada a la realidad virtual no solo amplía su público, también refuerza el papel de este tipo de juegos en un medio que muchas veces olvida que no todo tiene que ser disparos, ritmo frenético o realismo extremo. A veces basta con una linterna, una isla flotante y una historia bien contada.