Cuando parecía que Pimax empezaba a estabilizar su reputación con modelos como el Crystal Light o el potente Crystal Super, una noticia ha estallado como cañonazo mal apuntado en alta mar: varios empleados de la compañía habrían estado ofreciendo incentivos económicos a usuarios para que publicaran reseñas positivas de sus productos en foros como Reddit o servidores de Discord. Y no hablamos de simples palabras de agradecimiento, sino de vales de Steam, descuentos importantes y hasta viajes pagados. La historia, por supuesto, ha encendido las alarmas entre los usuarios más veteranos del mundillo VR.
El escándalo se ha destapado gracias a la publicación de capturas de pantalla en Reddit, donde un usuario muestra conversaciones con un supuesto miembro del equipo de Pimax. En ellas, se describe un «Community Engagement Program» que premia a quienes publiquen contenido favorable sobre sus dispositivos, siempre que el tono sea “al menos un 70% positivo”. La situación ha obligado a Pimax a emitir un comunicado oficial reconociendo la existencia del programa y calificándolo como “un error de juicio por parte de individuos concretos dentro del equipo”. Pero, como era de esperar, el daño a la imagen ya estaba hecho.

Un viaje pagado a Shanghái, vales de Steam y descuentos: así funcionaba el plan interno
Lo que ha sorprendido a la comunidad no es solo el intento de maquillar opiniones, sino la descarada formalidad con la que se presentaba el “programa”. En los mensajes filtrados, el representante de Pimax ofrecía la posibilidad de participar en un sistema de recompensas que incluía desde cupones hasta viajes a la sede de la compañía en Shanghái, valorados en más de mil dólares. Todo ello a cambio de publicaciones “positivas, útiles y motivadoras”, como si de una campaña publicitaria encubierta se tratara.
Este tipo de prácticas vulneran las directrices básicas de transparencia en la mayoría de plataformas digitales y, en algunos territorios, podrían incluso rozar lo ilegal. En Estados Unidos, por ejemplo, la Federal Trade Commission (FTC) exige que cualquier contenido patrocinado sea identificado como tal, algo que claramente no se estaba cumpliendo en este caso. La Unión Europea, por su parte, regula estas acciones bajo la Directiva sobre Prácticas Comerciales Desleales. Pimax ha asegurado que el programa ha sido cancelado y que tomará medidas para que no vuelva a suceder, pero muchos usuarios se preguntan cuántas opiniones que creían auténticas podrían haber sido “compradas”.
Un golpe innecesario a la credibilidad de una marca que aún estaba construyendo su nombre
La comunidad VR no olvida fácilmente, y mucho menos cuando se trata de confianza. Pimax siempre ha tenido una relación complicada con sus usuarios: por un lado, ofrece visores con especificaciones técnicas que rompen moldes, como campos de visión imposibles o resoluciones de infarto. Pero por otro, sufre de problemas crónicos de comunicación, entregas lentas y actualizaciones inconsistentes. Y ahora, este nuevo capítulo podría ser el clavo que fije esa percepción en la mente colectiva de los consumidores.
En un mercado donde la competencia se ha intensificado —con Meta, Apple, Pico e incluso marcas emergentes poniéndose las pilas—, mantener una imagen limpia no es un capricho, es una necesidad vital. Cualquier atisbo de manipulación puede costar ventas, socios y confianza a largo plazo. Y aunque Pimax no es ni la primera ni será la última en caer en la tentación de maquillar su imagen, la manera en que se ha gestionado este caso demuestra una falta preocupante de criterio corporativo.

¿Y ahora qué? Las claves para salir del naufragio sin perder la brújula
El primer paso, como siempre, es la transparencia. Aplaudimos que Pimax haya admitido el fallo públicamente, pero no basta con una declaración genérica. Si de verdad quiere recuperar el respeto de su comunidad, debe establecer protocolos claros, formar adecuadamente a su personal y, sobre todo, mostrar que sus productos pueden hablar por sí solos sin necesidad de adornos publicitarios camuflados de opinión honesta.
Además, sería un gesto de buena fe ofrecer a los usuarios implicados la posibilidad de eliminar o reformular sus publicaciones, para no dejar sombra de duda sobre su autenticidad. El verdadero prestigio no se construye con regalos, sino con productos sólidos y una relación transparente con quienes se ponen el visor cada día.
Pimax tiene ante sí un camino empedrado, pero no imposible. Todo depende de cómo afronte este tropiezo. En el competitivo mundo de la XR, la confianza es tan valiosa como los píxeles. Y cuando esta se tambalea, ni el FOV más amplio te salva del escrutinio.