Hay quien cuida a su coche, hay quien limpia la pantalla del móvil con microfibra sagrada… y luego estás tú, que dejas el visor VR sudado encima de la mesa, con las lentes hacia abajo, al lado de un café medio bebido. Tranquilo, no estás solo. Pero si quieres que tu querido visor no termine siendo un pisapapeles con espuma pegajosa y sensores muertos, este tutorial es para ti.

Porque aunque no lo parezca, los visores VR son delicados, sensibles a la luz solar, enemigos del polvo y víctimas frecuentes de nuestra pereza. Aquí te explicamos cómo cuidarlos, limpiarlos, mantenerlos en forma y hacer que duren más que tu hype por ese juego que todavía no tiene fecha de salida.

Quest 3

1. Lo primero es lo primero: las lentes no se tocan (al menos no con el dedo)

Las lentes son el corazón del visor. Tocarlas con los dedos es como lamer el sensor de una cámara: una mala idea. Las huellas, polvo o microabrasiones pueden arruinar la experiencia visual o, peor aún, hacerte pensar que el juego está mal optimizado cuando lo único mal optimizado eres tú.

¿Cómo se limpian bien?

  • Usa un paño de microfibra limpio (el típico de limpiar gafas). Nunca uses papel higiénico, servilletas, camisetas ni tu manga.
  • Si hay mugre rebelde, puedes usar una gota de solución de limpieza para lentes ópticas (de venta en ópticas). Nunca agua del grifo ni limpiacristales de supermercado.
  • Siempre haz movimientos circulares suaves, desde el centro hacia afuera. No frotes con fuerza como si estuvieras sacando brillo a la vitrocerámica.

⚠️ Y recuerda: nunca, jamás, expongas las lentes a la luz solar directa, ni siquiera por un par de minutos. El sol puede enfocar a través de ellas como una lupa y… adiós pantalla interna. Una muerte VR dolorosa y totalmente evitable..

2. Espumas y correas: zona de batalla (y de bacterias)

Las espumas faciales de los visores son como el acolchado de un casco: cómodas, pero también auténticas esponjas de sudor. Si juegas a Thrill of the Fight, sabes a lo que me refiero. Y si no lo limpias, lo sabrás cuando alguien te diga “¿esto siempre huele así?”.

¿Cómo se limpian?

  • Si tu visor tiene espumas desmontables, quítalas y límpialas a mano con agua tibia y un poquito de jabón neutro.
  • Déjalas secar completamente al aire (nunca las pongas húmedas en el visor ni las seques con secador).
  • Si son de piel sintética o silicona, puedes pasarles un paño húmedo con alcohol isopropílico (70-75%), pero ¡no las empapes!.

Consejo pro: compra una segunda interfaz facial de repuesto, especialmente si compartes el visor. Tu yo futuro (y tus visitas) te lo agradecerán.

facial

3. Mandos y botones: más pegajosos que una feria de verano

Los mandos también sufren. No solo por el uso intensivo, sino porque muchas veces los dejamos encima de cualquier superficie (mesa, sofá, caja de pizza) y acumulando polvo, migas y grasa sin piedad.

¿Cómo limpiarlos?

  • Desconecta las pilas (o apaga los mandos).
  • Usa un paño suave con alcohol isopropílico, con cuidado de no empapar las zonas de botones o joysticks.
  • Para zonas difíciles (grietas, entre botones), puedes usar un bastoncillo de algodón o un cepillo de dientes suave.
  • Si los joysticks hacen cosas raras (como moverse solos), no limpies: es drift. Y ahí ya hablamos de reemplazo, no de mantenimiento.

Y no te olvides de pasar un trapo también por las correas de sujeción. Nadie quiere ponerse una correa que parece recién salida del gimnasio.

Mandos

4. Sensores, cámaras y ventilaciones: la parte invisible… hasta que fallan

Los visores actuales tienen cámaras externas, sensores de posición, ventilaciones y zonas delicadas que suelen pasar desapercibidas, hasta que te preguntas por qué no se mueve el entorno aunque estés girando como peonza.

Mantenimiento básico:

  • Pasa un paño seco de microfibra por las cámaras exteriores.
  • Usa aire comprimido (con cuidado y a distancia) para limpiar rejillas de ventilación y zonas de difícil acceso.
  • Si tu visor tiene ventilador interno (como Pico o Pimax), revisa que no se haya acumulado polvo.

Y por favor: no metas nada punzante ni trapos húmedos por los huecos. Ni con buena intención. Esos vídeos de TikTok de limpiar visores con palillos son puro sacrilegio.

camaras

5. Almacenamiento: el fin del visor abandonado

Cuando terminas de jugar, ¿qué haces con tu visor? ¿Lo dejas sobre la mesa, lo metes en un cajón, lo abandonas en el sofá? Mal. El almacenamiento también afecta a la durabilidad del dispositivo.

Buenas prácticas:

  • Guárdalo siempre en un lugar seco, sin luz directa, y sin peso encima.
  • Usa una funda rígida si tienes una. Si no, cúbrelo con una bolsa antipolvo o una caja con ventilación.
  • Nunca dejes el visor con las lentes expuestas al sol, ni siquiera cerca de una ventana.

Y sí, si puedes guardarlo con las correas aflojadas, mejor. El velcro también necesita respirar.

base

6. Cuidado con lo que instalas: el software también envejece el visor

Más allá de lo físico, hay otra parte del mantenimiento que suele ignorarse: el software. Porque instalar mods raros, apps no optimizadas o actualizaciones beta puede dejarte un visor funcionando como una freidora conectada a WiFi.

Recomendaciones:

  • No te apuntes a betas del sistema si no sabes lo que haces.
  • Desinstala juegos que no uses: no solo ocupan espacio, sino que pueden generar conflictos si están mal optimizados.
  • Actualiza tu visor y tus apps regularmente, pero no ciegamente: lee los cambios antes de instalar.

Y por supuesto: haz copias de seguridad si tu visor lo permite. Nunca sabes cuándo una actualización puede convertirse en ruina.

SideQuest

7. ¿Cada cuánto hay que hacer todo esto?

Buena pregunta. Aquí va una guía aproximada:

  • Limpieza básica de lentes y espuma: cada 2-3 usos.
  • Desinfección completa y ventilación: semanal si lo usas a diario.
  • Revisión de sensores, puertos y mandos: una vez al mes.
  • Actualización y limpieza de software: según el uso, pero al menos una vez cada 2 meses.

Si sudas como si jugaras en el desierto o usas el visor con amigos, ajusta los tiempos. La VR es diversión, pero también higiene.

Conclusión: tu visor es una inversión, no un juguete

No te pedimos que le des besos de buenas noches (aunque si lo haces, no juzgamos), pero sí que lo cuides como lo que es: un dispositivo sensible, caro y que depende de ti para durar. Un visor bien mantenido te garantiza mejores partidas, menos disgustos, y sobre todo, más años de uso sin tener que tirar de garantía ni de alcohol etílico en modo desesperado.

En Generación XR, amamos la tecnología… pero más aún cuando no huele raro.

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