Hay alianzas tecnológicas que pasan desapercibidas… y luego están las que huelen a cambio de paradigma. La reciente unión entre Tobii, gigante sueco especializado en seguimiento ocular, y Prophesee, pionera francesa en sensores de visión inspirados en el ojo humano, pertenece claramente al segundo grupo. Juntas, estas dos compañías quieren marcar un antes y un después en el diseño de visores XR, con una propuesta que promete más velocidad, menos consumo, y una naturalidad visual sin precedentes.
Estamos hablando de un sistema de seguimiento ocular capaz de capturar información como lo haría nuestro propio ojo: registrando únicamente los cambios dinámicos del entorno, en lugar de tomar imágenes completas de forma constante. Esto, llevado al terreno de la realidad virtual y aumentada, puede ser la clave para dar el salto hacia visores más ligeros, eficientes y preparados para el día a día, no solo para sesiones esporádicas de juego o productividad.

Adiós a los sensores tradicionales: llega la visión basada en eventos
Lo que Prophesee aporta a esta alianza no es una simple mejora incremental: es una reinvención del concepto. Sus sensores de visión basada en eventos no funcionan como una cámara convencional. En lugar de capturar 60, 90 o 120 fotogramas por segundo, detectan únicamente los cambios en luminosidad y movimiento, con una velocidad y eficiencia que imita al ojo humano.
Esta tecnología no solo reduce el volumen de datos a procesar, sino que también disminuye drásticamente la latencia, mejora el tiempo de respuesta y consume mucha menos energía. Y todo esto sin perder precisión. Combinada con los algoritmos de seguimiento ocular de Tobii, el resultado es un sistema que podría adaptarse a visores más pequeños, más baratos y con mayor autonomía.
Para que nos entendamos: es como pasar de una cámara de vigilancia que graba 24/7 a una que solo se activa cuando detecta movimiento… pero dentro de tu visor XR.
Aplicaciones prácticas: del renderizado foveado al control por mirada
¿Por qué esta innovación es tan importante? Porque en XR, el seguimiento ocular ya no es un extra futurista: es una necesidad. Tecnologías como el renderizado foveado dependen de saber exactamente dónde estás mirando para concentrar la potencia gráfica en esa zona y reducirla en el resto. Esto permite gráficos más complejos sin necesidad de GPUs de otro planeta.
Además, un seguimiento ocular más preciso y natural abre la puerta a nuevas formas de interacción: seleccionar elementos con la mirada, controlar interfaces sin necesidad de mandos, ajustar automáticamente el enfoque de imagen, mejorar el reconocimiento de emociones o incluso aplicar corrección visual personalizada.
Y eso sin contar los usos en sectores profesionales: simuladores de entrenamiento, análisis cognitivos, rehabilitación visual o experiencias educativas que se adaptan a tu atención en tiempo real.

La clave para visores más pequeños, ligeros y accesibles
Uno de los grandes retos del sector XR es reducir el tamaño y el peso de los visores sin sacrificar prestaciones. Y aquí es donde esta alianza puede marcar una gran diferencia. Al reducir la necesidad de sensores grandes y cámaras de alta velocidad, y apostar por sistemas más compactos y eficientes, Tobii y Prophesee podrían allanar el camino hacia visores que de verdad podamos llevar como unas gafas normales.
Esto no solo beneficiará a futuros productos de consumo como gafas AR, sino también a visores VR autónomos que busquen ofrecer experiencias premium sin necesidad de estar enchufados a un PC de escritorio o llevar una mochila de batería colgando.
En otras palabras: estamos más cerca de esa promesa de XR cómoda, inalámbrica, ligera… y con la mirada como interfaz principal.

Un acuerdo con visión a largo plazo (y más allá del gaming)
Aunque muchas veces centramos nuestra atención en el potencial de la realidad virtual para videojuegos, esta alianza tiene un alcance mucho mayor. El seguimiento ocular es un pilar tecnológico con aplicaciones en medicina, psicología, neuromarketing, seguridad laboral y un largo etcétera. Y cuanto más accesible y eficiente se vuelva, más cerca estaremos de ver cómo se integra de forma natural en todo tipo de dispositivos.
Desde gafas de realidad aumentada para cirugía hasta interfaces visuales para personas con movilidad reducida, este tipo de desarrollos pueden cambiar no solo cómo interactuamos con la tecnología… sino quién puede hacerlo.
La realidad extendida necesita algo más que potencia gráfica: necesita inteligencia visual
Con esta alianza, Tobii y Prophesee nos recuerdan algo fundamental: la próxima revolución XR no vendrá solo de la mano de mejores pantallas o más potencia de procesamiento, sino de tecnologías inteligentes que entiendan cómo vemos, cómo nos movemos y cómo percibimos el mundo.
En esa línea, el seguimiento ocular no es un añadido: es un componente central para que la XR sea más inmersiva, más intuitiva y más humana. Y si logran cumplir lo que prometen, puede que estemos asistiendo al nacimiento del nuevo estándar para los visores de las próximas generaciones.