Si algo ha sabido hacer Valve en los últimos años es mantener en vilo a toda la industria de la realidad virtual. Su visor en desarrollo, conocido bajo el nombre en clave Deckard, lleva más de dos años en el radar de analistas, filtradores y entusiastas. Pero en los últimos días, el nivel de expectación ha subido un peldaño más tras las declaraciones de Stan Larroque, fundador de Lynx, quien ha calificado el diseño del visor como “bastante asombroso”.
Aunque Larroque no ha revelado detalles concretos, sus palabras no suenan a simple cortesía. Desde Lynx, responsables del visor XR Lynx R1, se manejan con componentes similares a los de otros fabricantes punteros, lo que sugiere que su conocimiento sobre el dispositivo de Valve podría ir más allá de rumores. La sensación generalizada es que Valve Deckard no será un visor más, sino una propuesta innovadora con diseño propio, especificaciones técnicas de alta gama y un enfoque particular sobre cómo debe evolucionar la realidad virtual en los próximos años.
The design of Valve next HMD is quite amazing!
— Stan Larroque (@stanlarroque) May 17, 2025
Pantallas de alta resolución, seguimiento ocular y potencia autónoma
Uno de los grandes misterios alrededor de Deckard ha sido su enfoque técnico: ¿apostará por la autonomía total o seguirá dependiendo del PC como en el caso del Valve Index? Según varias fuentes cercanas al entorno de desarrollo, el prototipo denominado POC-F (Proof of Concept F) habría incorporado pantallas LCD duales de 2,8 pulgadas con resolución de 2160×2160 píxeles por ojo a 120 Hz, además de un chipset Snapdragon XR2 Gen 3, que lo convertiría en un dispositivo autónomo pero con potencia suficiente para competir con los visores de gama alta.
Estas especificaciones lo situarían directamente por encima de Meta Quest 3 en cuanto a resolución, y más cerca del nivel de visores como el Apple Vision Pro en términos de claridad visual. Además, se incluirían cuatro cámaras externas para seguimiento posicional y dos cámaras internas para eye tracking, lo que permitiría no solo interacción con la mirada, sino también técnicas de renderizado foveado para optimizar recursos.
El diseño, según quienes lo han visto o trabajado con referencias internas, destaca por ser compacto, ligero y bien equilibrado, alejándose de la estética robusta del Index y apuntando hacia una VR más cómoda para sesiones largas.
Mandos nuevos, nombre en clave “Roy” y posible integración híbrida
Otro aspecto importante del ecosistema Deckard serían sus controladores. En los archivos internos de SteamVR se han encontrado referencias a un sistema llamado “Roy”, que incluiría joysticks, gatillos, botones, D-pad y sensores de movimiento. Lo interesante es que estos controladores podrían estar diseñados no solo para VR, sino también para juegos tradicionales, lo que abre la puerta a una integración híbrida con Steam Deck u otras plataformas.
Esto encajaría con la estrategia reciente de Valve: crear hardware versátil que se adapte a distintos perfiles de jugador. Si el visor permite funcionar tanto como sistema autónomo como en modo conectado a PC, y además incluye mandos con funciones cruzadas, Deckard podría convertirse en un hub de entretenimiento completo para quienes combinan VR con juegos de pantalla plana.

Un visor con aspiraciones estratégicas (y un precio que no será bajo)
Aunque Valve no ha confirmado oficialmente ni fecha ni precio, varios filtradores como Gabe Follower apuntan a un lanzamiento a finales de 2025. El precio estimado rondaría los 1.200 dólares, aunque podría variar según el paquete, los accesorios o la inclusión de juegos.
Lo más llamativo es que Valve podría estar dispuesta a vender el hardware con pérdidas, como ya ha hecho con Steam Deck, a cambio de consolidar un ecosistema cerrado de calidad y atraer usuarios a su plataforma de distribución. Si Deckard se lanza con un juego propio de alto perfil, como ocurrió con Half-Life: Alyx, el impacto sería inmediato en el mercado.
Filtraciones, SDKs y nombres en clave: lo que se sabe desde dentro
Deckard ha sido un secreto mal guardado durante mucho tiempo. Ya en 2021 comenzaron a aparecer líneas de código dentro del software de SteamVR que mencionaban su existencia. Desde entonces, se han detectado constantes referencias a su arquitectura, compatibilidades y pruebas de rendimiento, lo que demuestra que el desarrollo no ha estado parado en ningún momento.
Aunque Valve es una empresa hermética, su historial de lanzamientos (Steam, Steam Deck, Valve Index) demuestra que cuando deciden sacar algo al mercado, lo hacen tras años de pruebas, refinamiento y estrategia. Por tanto, es muy probable que Deckard esté ya en una fase avanzada de producción, y que 2025 sea el momento elegido para su irrupción definitiva.

¿El futuro de la VR pasa por Valve una vez más?
Si Deckard cumple con lo que prometen las filtraciones y comentarios como los de Larroque, podríamos estar ante uno de los visores más importantes de la nueva generación. La combinación de potencia autónoma, alta resolución, seguimiento ocular, diseño equilibrado y un ecosistema propio hacen pensar en un dispositivo con ambiciones reales de competir en la liga más alta del sector.
El mercado de la realidad virtual está en plena transición: Apple ha entrado en juego, Meta sigue apostando fuerte por Quest, y nuevos actores como Samsung o Pico continúan ampliando su presencia. En ese contexto, Valve Deckard puede marcar la diferencia al ofrecer una alternativa centrada en el jugador, sin publicidad ni ecosistemas cerrados, y con el respaldo de una comunidad fiel.
Falta por ver cuándo darán el paso definitivo, pero algo es seguro: el próximo visor de Valve no pasará desapercibido.