The Precinct se presenta como una experiencia sandbox con fuerte sabor a clásico. Adoptamos el rol del agente Nick Cordell Jr., destinado a las conflictivas calles de Averno, una ciudad donde el crimen abunda y las farolas parecen tener imán para los parachoques. El bucle jugable es claro: patrullas por la ciudad, respondes a emergencias aleatorias, detienes a sospechosos y, si tienes suerte, no atropellas a ningún peatón por error.

La conducción es uno de los ejes principales, y aunque ofrece momentos de pura adrenalina, las físicas pueden volverse un tanto caóticas. Los choques contra el mobiliario urbano son más frecuentes de lo que deberían, y la IA de tráfico parece sacada de una autoescuela con muy mala fama. El combate a pie es funcional, pero poco espectacular, y las persecuciones acaban siendo más divertidas por el caos que generan que por su diseño.

¿Rejugabilidad? Tiene cierta gracia durante las primeras horas, pero el sistema de eventos se agota pronto si no conectas con su estilo. La experiencia está pensada para sesiones breves, no para engancharse durante semanas.

Historia: ¿una excusa o un legado?

En lo narrativo, el juego no se complica. Hay un trasfondo con el legado familiar de Nick, hijo de un ex policía legendario, pero más allá de esa premisa y algunos diálogos puntuales, no esperes giros dramáticos ni tramas profundas. Aquí la historia es un hilo conductor para que salgas a patrullar sin hacer muchas preguntas.

Se agradece que no intente fingir una épica que no necesita. The Precinct no quiere ser L.A. Noire ni True Detective, solo quiere que te sientas dentro de una serie policial de videoclub, con luces parpadeantes y criminales de baja monta.

Gráficos: pixel moderno con sabor ochentero

Visualmente, el juego apuesta por una estética con identidad. La vista cenital recuerda a los primeros GTA, pero con una iluminación más moderna, neones brillantes, lluvia constante y un toque de cine de acción noventero. Es un juego que se ve mejor de lo que esperas para su presupuesto, aunque la ciudad de Averno puede resultar algo repetitiva tras un rato de exploración.

No hay grandes alardes técnicos, pero sí un estilo marcado. Los vehículos, los edificios, los uniformes… todo huele a retro, a VHS y a persecuciones en cámara rápida. Una dirección artística coherente que sabe de dónde viene, aunque no siempre sepa a dónde va.

The Precinct

Sonido: sirenas, sintetizadores y algo de monotonía

El apartado sonoro hace su trabajo sin estridencias. La banda sonora está compuesta por temas de sintetizador que encajan bien con la ambientación, y los efectos de sonido, aunque repetitivos, cumplen. Las sirenas suenan como deben y los disparos tienen pegada, aunque el doblaje resulta plano y poco inspirado.

No es un juego que recordarás por su música ni por sus diálogos, pero al menos no te sacará de la experiencia. El conjunto refuerza ese aire a serie policiaca noventera que impregna todo el título.

Duración: corto pero intenso… a ratos

El juego puede ofrecer entre 6 y 8 horas de contenido, dependiendo de lo mucho que te guste repetir eventos y pasearte por Averno. Para algunos, eso será justo lo que necesitan para desconectar entre títulos más densos. Para otros, será insuficiente.

La falta de evolución jugable, nuevas zonas o misiones únicas limita el interés a largo plazo. Una vez que has probado todos los tipos de eventos, pocas sorpresas te esperan. Es un título de consumo rápido, como una patrulla nocturna con final previsible.

The Precinct

Relación calidad-precio: depende de tu grado de nostalgia

The Precinct no pretende competir con los grandes sandbox del mercado. Su precio, razonable dentro de lo que ofrece, puede justificarse si te atrae la propuesta retro y no te importa cierta repetitividad. Pero si buscas profundidad, variedad o ambición, puede que te parezca algo caro para su duración y posibilidades.

Eso sí, como cápsula nostálgica con estética de neón y espíritu de arcade, tiene su encanto.

Veredicto final

The Precinct es un juego con alma de homenaje. Toma elementos de clásicos como GTA, Driver y hasta de películas como RoboCop o Miami Vice, y los empaqueta en una experiencia directa, sin grandes pretensiones. A veces acierta de lleno: en la ambientación, en la sencillez de su propuesta, en el placer casi culpable de patrullar bajo la lluvia. Pero también tropieza en su ejecución: las físicas, la IA, la escasa variedad de eventos y una narrativa que apenas existe.

Es un título que puede ofrecerte diversión, siempre y cuando sepas a lo que vienes. No es el futuro del género, ni lo pretende. Es una postal del pasado, con luces de neón y olor a gasolina. Y a veces, con eso basta.

  • Género: Acción / Aventura / Mundo abierto
  • Plataformas: PC (Steam), PS5 y Xbox Series S/X
  • Fecha de lanzamiento: 2025 (acceso anticipado)
  • Desarrolladora / Distribuidora: Fallen Tree Games / Kwalee
  • Puntuación final: 6.5 / 10

Toma las calles

Pros:

  • Ambientación retro muy conseguida, puro cine ochentero
  • Sistema de patrullas sencillo y entretenido
  • Estética visual con personalidad
  • Ideal para partidas rápidas sin complicaciones

Contras:

  • Física de vehículos poco pulida
  • Narrativa escasa y poco desarrollada
  • Se vuelve repetitivo a medio plazo
  • Falta de contenido y variedad de misiones

Recuerda que tenemos la posibilidad de tener en juego en edición física gracias a Meridiem.

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