Meta lo ha vuelto a hacer. Y no, no hablamos de lanzar otra actualización para cambiar el nombre a sus servicios, sino de dar un nuevo paso en su carrera por convertir el metaverso en algo que no dé vergüenza ajena. Su última locura (aunque esta vez con chequera en mano) se llama Project Warhol, una iniciativa que ofrece 50 dólares por hora a voluntarios dispuestos a prestar su rostro, voz y alma digital para entrenar los ya famosos Codec Avatars.
Sí, has leído bien. Por el módico precio de 50 pavos la hora, Meta quiere grabarte haciendo muecas, leyendo frases, gesticulando y poniendo carita de lunes por la mañana, mientras una batería de cámaras y sensores lo registra todo. ¿El objetivo? Crear avatares virtuales tan realistas que, cuando te veas en VR, ni tu madre sabrá si estás en casa o en la nube.
La recolección de datos se lleva a cabo en unas instalaciones de más de 10.000 metros cuadrados en Pittsburgh, donde la empresa ha montado un laboratorio que parece salido de una película de ciencia ficción, solo que en vez de salvar la galaxia, aquí se trata de capturar cada músculo de tu cara con precisión quirúrgica.
Codec Avatars: la apuesta de Meta para que no parezcas un dibujo animado en VR
Desde hace años, Meta sueña con crear avatares hiperrealistas capaces de replicar nuestras expresiones al milímetro. Nada de muñecos sin cejas flotando en un mundo de plastilina, no. Ellos quieren llevar la llamada telepresencia métrica a la realidad. Eso significa que cuando hables con alguien en VR, se sienta como si estuviera realmente frente a ti, notando tus gestos, tus sonrisas falsas y tus cejas levantadas con sarcasmo.
Para conseguirlo, hasta ahora se necesitaban estudios llenos de cámaras, escaneos imposibles y una paciencia sobrehumana. Pero con Project Warhol, Meta quiere democratizar el proceso. Según sus planes, pronto podríamos crear uno de estos avatares simplemente con unas selfies. Fácil, rápido y sin tener que alquilar un plató de rodaje de Hollywood.
Eso sí, por ahora, la calidad de los avatares generados desde el móvil aún no alcanza a los que se crean en laboratorio. Y ahí entra en juego toda esta recogida de datos: mejorar los modelos hasta que incluso tú dudes si eres tú o tu doble digital el que está hablando.
Un experimento que mezcla IA, necesidad de humanos y pérdidas millonarias
El momento para este lanzamiento no es casual. Meta Reality Labs, la división encargada del metaverso y las tecnologías XR, acumula pérdidas superiores a los 60.000 millones de dólares desde 2020. Sí, has leído bien, con muchos ceros. En ese contexto, 50 dólares la hora por grabar tu cara parece hasta barato.
Pero el dinero no lo es todo. Según declaraciones internas, este 2025 es un año “decisivo” para el futuro del metaverso. Si los Codec Avatars fracasan, no será por falta de intentos. Además de esta campaña, Meta planea lanzar nuevos dispositivos portátiles con inteligencia artificial, mejorar su ecosistema social en Horizon y continuar insistiendo en que el futuro pasa por estar reunido con tus amigos… en un despacho digital flotante.
Mientras tanto, ejecutivos clave abandonan el barco, equipos se reestructuran y el futuro parece tan borroso como un streaming sin Wi-Fi.

El rostro humano como materia prima del nuevo internet
Detrás de toda la parafernalia tecnológica, Project Warhol plantea una idea muy clara: la cara humana, sus gestos, emociones y matices, es el próximo gran recurso del internet inmersivo. Meta no quiere solo datos de navegación. Quiere saber cómo frunces el ceño, qué mueca pones cuando dudas y cómo tu cara reacciona cuando alguien te habla de NFTs.
Y para eso necesita humanos. Humanos reales, de carne y hueso, dispuestos a dejarse escanear con el entusiasmo de quien cobra por algo que normalmente hace gratis frente al espejo. Esa recopilación masiva servirá para entrenar a los modelos de IA encargados de generar los avatares y mejorar su precisión hasta que te reconozcan incluso si estás medio dormido con las gafas puestas.
Al final, la promesa no es nueva: que el metaverso deje de ser una sala de espera rara y se convierta en una experiencia natural. Pero esta vez, la ejecución va más allá de simples intenciones. Meta está invirtiendo dinero real, contratando gente, y haciendo que el futuro virtual se construya, literalmente, con nuestras caras.
¿Una revolución… o un nuevo capítulo del gran experimento?
Project Warhol podría ser recordado como el inicio de una nueva era en la interacción virtual, o como otro de esos proyectos de Meta que empiezan con bombo y platillo y acaban enterrados en una nota de prensa olvidada. Lo cierto es que, a diferencia de sus avatares sin piernas del pasado, aquí sí hay una dirección clara: más realismo, más presencia, más humanidad.
La gran pregunta es: ¿estamos listos para ceder nuestra expresión facial a cambio de dinero? ¿Y queremos realmente vernos reflejados con tanta fidelidad en mundos donde escapamos precisamente de la realidad?
Sea como sea, el futuro digital ya tiene rostro. Y si te animas, también puede tener el tuyo… por 50 dólares la hora.