¿Te gustaría construir un parque acuático donde los gritos de emoción se escuchen hasta en la ducha de casa? Entonces ponte el bañador, agarra el flotador en forma de unicornio y prepárate, porque Aquapark Tycoon ha abierto las compuertas de sus novedades más deslizantes: los toboganes acuáticos.
Desde Erlangen, Alemania, el equipo de Boxelware ha revelado cómo funciona la personalización avanzada de estas atracciones. Y no hablamos solo de cambiar el color: aquí puedes decidir la altura, la pendiente, las curvas, los tubos y hasta si quieres que la bajada sea una experiencia de relax o un disparo de adrenalina directa a las chancletas.
El arte de construir emociones… en bañador
En Aquapark Tycoon, los toboganes no son simples rampas de plástico. Son auténticas obras de ingeniería húmeda diseñadas para que tus visitantes rían, griten o se arrepientan de haberse comido ese perrito caliente antes de subirse.
Todo comienza con una torre. Desde ahí, eliges el tipo de tobogán y te conviertes en el Gaudí de las piscinas: curvas cerradas, embudos hipnóticos, tubos que harían palidecer a cualquier montaña rusa y pendientes que parecen diseñadas por alguien con rencor personal contra la gravedad.
La personalización es total, y eso se traduce en una jugabilidad creativa que hará las delicias de los fans del género. Es como Planet Coaster, pero con menos raíles y más salpicones.
El menú del chapuzón: tipos de toboganes disponibles
Cada tipo de tobogán tiene su propia personalidad, como si fueran miembros de una familia con exceso de cloro:
- Tobogán de tubo: cerrado, seguro, y con una bajada tranquila. Ideal para quienes quieren una experiencia acuática pero sin comprometer la dignidad.
- Tobogán abierto: económico, rápido de construir y perfecto para quien quiere mojarse sin dramas. La versión “zen” de los toboganes.
- Tobogán de balsa familiar: más grande, más ancho, y con neumáticos para toda la familia. Diversión garantizada (o empapada, según se mire).
- Tobogán de balsa: como el anterior, pero con una dosis extra de velocidad para los que ya se cansaron de hacer piña familiar.
- Super Raft: 30 metros de altura, 70° de pendiente, y más giros que una temporada entera de telenovela. Solo para valientes.
- Caída libre: ¿Te gusta vivir al límite? Este te suelta como un sacacorchos humano. Si sales del agua con el bañador en su sitio, has ganado.
- Embudo: entras girando, sales volando. Física y diversión se dan la mano… y luego se escurren.
- Tobogán metálico de carreras: competitivo y con diseño metálico, para los que quieren saber quién llega antes… y quién se moja más.
- Tobogán de olas: pensado para bajar de forma sincronizada, como si fueras parte de un equipo de natación artística pero con más risas.

Una tecnología con más curvas que un thriller nórdico
La forma en la que se construyen los toboganes en Aquapark Tycoon no es solo visual: influye directamente en la jugabilidad. Cada elemento modifica la experiencia de los visitantes virtuales, afectando su nivel de satisfacción, la seguridad del parque y, por supuesto, las ganas de volver a lanzarse.
Además, detalles como el uso de neumáticos, la elección de tubos cerrados o el tipo de curva no son solo decoración. Aquí todo tiene su efecto, y eso eleva el juego de una simple construcción temática a un verdadero simulador de gestión acuática.
¿Y ahora qué? El futuro de los chapuzones digitales
Si esta es solo la primera oleada de novedades para los toboganes, podemos esperar que en futuras actualizaciones nos dejen construir cañones de agua a presión, carreras contrarreloj o zonas temáticas como “El Diluvio Final”.
Además, la compatibilidad con otras áreas del parque, como saunas, piscinas y zonas infantiles, permite que el jugador cree un auténtico ecosistema de ocio acuático con personalidad propia.

Construye, chapotea y que nadie olvide tu nombre
Aquapark Tycoon ha dado un paso de gigante (y de resbalón bien controlado) con esta nueva tanda de toboganes. Más que una simple expansión, es una invitación a dejar volar la imaginación y construir el parque acuático que todos soñábamos de pequeños, pero con la ventaja de que aquí no hay que vaciar la piscina con cubos cuando termina el día.
Así que ya sabes: si en tu infancia el tobogán era tu segundo hogar, Aquapark Tycoon ahora te da las llaves de un reino de curvas, salpicaduras y diversión sin fin.