Durante unos días, los fans de la realidad virtual vivieron una montaña rusa emocional digna de un juego de acción en primera persona. Los clásicos de Insomniac Games como Stormland, The Unspoken y Edge of Nowhere desaparecieron misteriosamente de la tienda de Meta (antes conocida como Oculus Store), dejando a la comunidad en vilo. Pero como en todo buen guion con giro final, los títulos han regresado, eso sí, con un ligero cambio de dirección: ahora están alojados bajo el sello Horizon.
Aunque la desaparición repentina provocó un aluvión de especulaciones, peticiones en foros y alguna que otra lágrima digital, la vuelta de estos juegos ha devuelto la calma. Pero no todo ha quedado como antes: la reaparición trae consigo una pequeña reestructuración que revela movimientos estratégicos más profundos por parte de Meta. ¿Estamos ante un simple reetiquetado o el principio de una nueva estrategia VR?
Stormland y compañía: los veteranos de la VR no se rinden
Desarrollados originalmente para la plataforma Oculus Rift, estos títulos de Insomniac fueron en su momento punta de lanza para demostrar que la realidad virtual podía ofrecer experiencias narrativas intensas, jugabilidad fluida y mundos de ciencia ficción con carácter. Stormland, en particular, sigue siendo uno de los juegos más aclamados por su libertad de movimiento y por ese aire de exploración entre Destiny y Avatar con androides y naturaleza alienígena.
Edge of Nowhere, por su parte, trajo el horror psicológico a la nieve eterna con ecos de Lovecraft y un toque cinematográfico que no suele abundar en el catálogo VR. Y luego está The Unspoken, aquel título competitivo de duelos mágicos urbanos que parecía diseñado para que todo el mundo se sintiera como Doctor Strange en su primer día de prácticas.
Su desaparición repentina dejó no solo una sensación de vacío en la tienda, sino también un interrogante: ¿por qué Insomniac, ahora parte de Sony, permitiría la desaparición de sus joyas VR?
Nuevo anfitrión: Horizon toma el relevo
Cuando los juegos volvieron a la tienda, lo hicieron con un pequeño, pero significativo cambio: ya no aparecen bajo el nombre de Insomniac Games, sino bajo la firma de Horizon, la marca de Meta que también da nombre a su plataforma social en realidad virtual, Horizon Worlds.
Este cambio no es trivial. Podría ser simplemente una reorganización interna de licencias, pero también puede leerse como un movimiento para agrupar contenido VR bajo una identidad más unificada, especialmente si Meta quiere reforzar el peso de Horizon como ecosistema y no solo como juego social.
Además, este ajuste permitiría a Meta mantener vivos ciertos títulos emblemáticos en su plataforma sin depender directamente de estudios ahora vinculados a la competencia (recordemos que Insomniac pertenece a Sony Interactive Entertainment desde 2019).

¿Una jugada estratégica a largo plazo?
Más allá del rebranding, lo interesante es lo que podría estar insinuando esta maniobra. Al integrar estos juegos bajo el paraguas de Horizon, Meta está consolidando una librería de experiencias VR propias o heredadas que refuerzan su legado sin necesidad de reinventar la rueda. Esto es especialmente importante en una industria donde la conservación del catálogo VR no siempre ha sido prioritaria.
En la letra pequeña, no hay cambios sustanciales en los juegos: siguen siendo compatibles con Rift, sin mejoras visuales o soporte nativo para Quest. Pero la simple reaparición de estos títulos ya supone un guiño nostálgico y una especie de ejercicio de preservación digital. Un gesto que, aunque discreto, refuerza el compromiso con el contenido VR que definió una etapa crucial del medio.
Compatibilidad, ecosistema Meta y la sombra de Sony
Esta reaparición también invita a preguntarse cómo navegan las relaciones entre plataformas y estudios ahora que muchas desarrolladoras VR han sido adquiridas por gigantes del sector. Insomniac es ahora parte del ecosistema PlayStation, y su implicación directa con estos títulos parece haberse disuelto. Es más que probable que los derechos operativos de estos juegos quedaran en manos de Meta desde el principio.
A efectos prácticos, los juegos siguen funcionando en PC VR a través de Oculus Rift o mediante soluciones como Air Link, pero no se ha anunciado ninguna compatibilidad adicional para Quest 2 o Quest 3 de forma nativa, lo que limita un poco su alcance actual. Sin embargo, si Meta decidiera en algún momento adaptar o remasterizar estos títulos para nuevos visores, la integración bajo la marca Horizon facilitaría ese proceso desde el punto de vista administrativo.

Un guiño al pasado con mirada al futuro
Que los juegos de Insomniac vuelvan a estar disponibles en la tienda de Meta es, sin duda, una buena noticia para los fans de la realidad virtual clásica. Aunque no se trata de nuevas versiones ni hay promesas de actualizaciones, el simple hecho de que títulos como Stormland o Edge of Nowhere estén de nuevo al alcance de los jugadores es motivo suficiente para celebrarlo.
Más allá del detalle técnico, esto también sirve como recordatorio de que la historia de la VR merece ser cuidada, archivada y disfrutada. Porque no todo en esta industria debe girar en torno al metaverso o a la inteligencia artificial: a veces, solo hace falta un buen juego y un visor VR para volver a creer en el potencial de estos mundos digitales.
¿Será esta maniobra un primer paso para que Meta recupere más clásicos perdidos? ¿Veremos ports optimizados para Quest? ¿O simplemente estamos ante una operación de limpieza de inventario con etiqueta nueva? Sea cual sea la respuesta, lo cierto es que el catálogo VR de Meta se ha hecho un poco más rico esta semana. Y con suerte, un poco más resistente al olvido.