En un mundo donde los roguelikes están más de moda que los pantalones cargo en los 2000, Metal Thunder no solo se suma al escuadrón: lo lidera a bordo de un gigantesco AC-130 armado hasta los dientes. Esta nueva propuesta de Dumbbell Games, disponible desde el 1 de noviembre de 2024 en acceso anticipado para PC, convierte al jugador en el artillero de una fortaleza voladora con una sola misión: defender la base aliada a toda costa, aunque eso signifique reducir al enemigo a polvo pixelado.
¿Cansado de ser el héroe solitario que va con espada o hechizos? Aquí no vienes a salvar el mundo con carisma, vienes a arrasarlo con fuego y metralla desde el cielo. Porque en Metal Thunder, tú no eres el protagonista que corre, salta o esquiva: tú eres el que vigila desde las alturas con visión térmica, explora el mapa desde la distancia y decide qué explota primero.
Con un estilo visual que recuerda a las mejores fases aéreas de los shooters clásicos y una jugabilidad tan ajustada como el cañón de 105 mm de tu nave, este juego ya ha empezado a crear una base de fans fieles. Y no es para menos: cada misión es una coreografía de destrucción, un baile entre balas y decisiones tácticas en tiempo real.
Un AC-130 con alma de roguelike: aquí no sobrevives, aquí sobrevuelas el apocalipsis
Lo primero que llama la atención de Metal Thunder es su premisa: encarnas al artillero de un AC-130, ese avión de combate que suele aparecer en las misiones más épicas de los videojuegos… pero por apenas unos minutos. Aquí, la cámara térmica, los cañones y el radar son tus herramientas diarias, y el mundo visto desde arriba es tu campo de juego (y tu pesadilla).
Cada partida dura 20 minutos, aunque se siente como si fueran 20 explosiones por segundo. Oleadas de enemigos terrestres y aéreos intentan acabar con tu base mientras tú seleccionas con precisión quirúrgica qué proyectil usar, qué mejorar, y cuándo arriesgar para obtener mejoras que podrían salvarte… o condenarte.
La estructura roguelike está muy presente: mejoras permanentes, rutas distintas, decisiones estratégicas, y esa sensación constante de que “la próxima vez lo haré mejor”. Porque lo harás. O al menos morirás intentándolo con estilo.

Cañones, mejoras y modos de visión: el infierno desde las alturas nunca fue tan divertido
Pero Metal Thunder no es solo disparar sin ton ni son. El juego ofrece una variedad de herramientas para adaptar tu estilo de juego, desde cañones automáticos y misiles guiados hasta modos de visión térmica y nocturna que le dan un aire de realismo casi documental… si los documentales se mezclaran con heavy metal y muchos efectos de partículas.
Además, el sistema de progresión permite desbloquear nuevas armas, habilidades activas y pasivas, y mejoras que cambian totalmente cómo se juega una misión. ¿Prefieres un estilo más defensivo, con drones y torretas automáticas? ¿O eres más del tipo que elige la opción “más daño por segundo, gracias”? En Metal Thunder, la variedad no está en el enemigo, está en ti.
Y si eso no fuera suficiente, el propio interfaz del juego —minimalista, pero funcional— te mete de lleno en el papel: con pantallas divididas tipo HUD militar y sonidos sacados directamente de una guerra (ficticia, claro), es imposible no sentirse parte de algo más grande… y muy ruidoso.

Un homenaje al caos moderno: mapas que podrían haber salido de un noticiero
Uno de los aspectos más curiosos y llamativos de Metal Thunder es su ambientación. Lejos de optar por planetas lejanos o enemigos fantásticos, el juego se inspira en conflictos contemporáneos para diseñar sus escenarios. Hay guiños estéticos y geográficos a regiones como Afganistán o Ucrania, lo que le da al juego un aire inquietante pero también hiperrealista.
Aunque sin entrar en debates políticos, estos escenarios aportan un peso narrativo implícito que hace que tus decisiones —aunque pixeladas— tengan un eco más profundo. No solo estás defendiendo una base: estás siendo testigo de un teatro de guerra moderno, desde el cielo, con todos los dilemas que eso implica.
Y para los más atentos, el juego esconde secretos: sistemas aún inactivos, botones misteriosos en el HUD, y una clara promesa de contenido futuro que podría ampliar aún más la escala del conflicto. ¿Operaciones nocturnas? ¿Aliados controlados por IA? ¿Misiones encadenadas? Las posibilidades están abiertas, y el desarrollador ya ha dejado pistas para los más obsesivos.
Una visión de futuro cargada (de actualizaciones)
El creador de Metal Thunder, Tolga Coşkun, es un veterano de la industria con más de una década de experiencia que ha decidido lanzarse en solitario con esta apuesta arriesgada… y ganadora. Desde su lanzamiento en acceso anticipado, ha prometido actualizaciones frecuentes, mejoras de equilibrio, nuevo contenido y funciones ampliadas basadas en el feedback de los jugadores.
Además, el juego está pensado para escalar bien en diferentes configuraciones de PC, con compatibilidad total con mando desde el primer día y planes para incluir compatibilidad con Steam Deck, traducciones adicionales y (quién sabe) modos cooperativos o competitivos en el futuro.
Este es un proyecto que respira pasión y compromiso, con una comunidad ya activa y creciendo rápidamente. Y si algo nos ha enseñado el mundo del desarrollo indie, es que los juegos hechos con cariño y visión a largo plazo suelen acabar siendo joyas de culto.

Conclusión: si te gusta volar cosas por los aires, este juego es tu nuevo hogar
Metal Thunder no pretende reinventar la rueda… la pulveriza con un cañón de 40 mm desde el cielo. Con su propuesta fresca, accesible, pero profunda, visualmente impactante y con un ritmo de juego que no da respiro, es una de esas sorpresas que llegan sin hacer mucho ruido… hasta que todo explota.
Ideal para sesiones cortas, perfecto para fans de la acción táctica y un imán para quienes disfrutan los roguelikes con personalidad, este juego demuestra que no necesitas ser un estudio grande para volar alto. Solo necesitas un avión virtual, algo de puntería y muchas ganas de pasarlo bien.
¿Listo para subirte al AC-130 más explosivo del año? Porque en Metal Thunder, el cielo no es el límite: es tu zona de combate.
Encuentra el juego en Steam.