Si eres de los que sueñan con ver contenido 3D como en las películas de ciencia ficción, pero sin tener que calzarte unas gafas gigantes o enchufarte un visor VR que te despeina la existencia, agárrate porque lo que viene es potente. Looking Glass Factory, pionera en pantallas volumétricas, acaba de lanzar su modelo más ambicioso hasta la fecha: una pantalla 3D de 27 pulgadas que promete convertir cualquier escritorio en una especie de portal holográfico.
Y no, no es magia. Es tecnología de campo de luz, una de esas joyitas en la categoría de tecnologías disruptivas que están empezando a cambiar cómo vemos el mundo… literalmente.
No más gafas, no más visores: la profundidad llega a pantalla limpia
La gran revolución de este dispositivo es su capacidad de mostrar imágenes tridimensionales sin necesidad de gafas, visor VR o cualquier otro accesorio incómodo. Hablamos de una pantalla autostereoscópica que usa una matriz lenticular y genera hasta 100 puntos de vista diferentes simultáneamente. ¿Traducción? Puedes moverte alrededor de la pantalla y seguir viendo el objeto desde distintos ángulos como si estuviera flotando ahí delante de ti. Y no solo tú: varias personas pueden ver la misma escena tridimensional al mismo tiempo desde diferentes posiciones.
Eso sí, cuidado con intentar meter la mano. Aún no llegamos al nivel de la holocubierta de Star Trek.
Resolución de escándalo y profundidad realista
Este modelo de 27 pulgadas ofrece una resolución 5K y una profundidad visual de hasta 16 pulgadas virtuales. Es como tener una pecera digital en tu escritorio, pero sin los peces y con mucho más estilo. Además, el grosor total de la pantalla es de solo dos pulgadas, lo que convierte a este dispositivo en un prodigio de diseño industrial y minimalismo futurista.
Y para que no pienses que es solo estética, también cuenta con una tasa de refresco y un brillo adecuados para mostrar escenas con movimiento fluido y buena iluminación. Todo ello sin los mareos que pueden provocar otros dispositivos de realidad extendida.

¿Para qué sirve? Más bien, ¿para qué no?
Las aplicaciones de esta pantalla van mucho más allá del entretenimiento inmersivo. Estamos hablando de una herramienta versátil que puede cambiar la forma en que interactuamos con la información visual en sectores clave. En medicina, por ejemplo, permite visualizar modelos anatómicos en 3D para la enseñanza o el diagnóstico. En diseño industrial y arquitectura, facilita la presentación de prototipos y estructuras desde todos los ángulos posibles.
En educación, puede revolucionar la forma de aprender ciencias, historia o biología, convirtiendo las clases en experiencias interactivas inolvidables. Y en marketing y retail, imaginar una presentación de producto en tres dimensiones, sin necesidad de gafas, es una forma poderosa de atraer y convencer al público.
En resumen, es una nueva frontera para la realidad virtual educativa, el desarrollo de contenido VR, y la visualización avanzada.
Compatible con Unity y… ¡con iPad!
Sí, como si todo lo anterior no fuera suficiente, la pantalla es compatible con herramientas de desarrollo populares como Unity, lo que facilita la creación de experiencias personalizadas. Y por si fuera poco, no necesitas un superordenador para hacerla funcionar: también puede ser alimentada directamente por un iPad. Imagina llevar tu escena 3D en una tablet, enchufarla y ¡pum!, cobrar vida frente a tus ojos.
Esta versatilidad la hace ideal no solo para desarrolladores y diseñadores, sino también para museos, escuelas, eventos en vivo o incluso para presentaciones empresariales impactantes.

Precio para visionarios, descuento para rápidos
Eso sí, la innovación no es barata. El precio de salida es de 10.000 dólares, lo cual la posiciona claramente como un producto premium, dirigido a profesionales y sectores especializados. Pero atención: hay una oferta de lanzamiento con un 20 % de descuento disponible hasta finales de abril de 2025. Para quienes estén trabajando ya en nuevas experiencias tecnológicas y puedan permitirse invertir, este puede ser el momento ideal.
Las primeras unidades comenzarán a enviarse en junio, así que todavía hay tiempo para subirse a esta ola futurista.
Un paso más cerca del futuro (sin necesidad de implantes cibernéticos)
Con el lanzamiento de esta pantalla 3D de 27 pulgadas, Looking Glass Factory vuelve a demostrar que el futuro no necesita ser incómodo ni aparatoso. Ya no es necesario aislarse del mundo real con un visor para acceder a experiencias visuales de nueva generación. Basta con sentarte frente a esta pantalla y dejarte envolver.
La llegada de este tipo de dispositivos marca un antes y un después en la evolución del contenido tridimensional. No solo en términos de entretenimiento, sino también como herramienta de trabajo, aprendizaje y comunicación. Es el tipo de tecnología que hace que te replantees cómo deberían ser todas las pantallas a partir de ahora.
Porque si una imagen vale más que mil palabras, una imagen 3D sin gafas… vale por una novela entera.