Una alianza de tres años que apunta a convertir a Magic Leap en el proveedor clave del ecosistema Android XR

La historia de Magic Leap podría llenar un documental titulado “Cómo gastar 4.000 millones de dólares persiguiendo un holograma”, pero parece que, esta vez, el guion cambia. Durante el Future Investment Initiative (FII) celebrado en Riad, la compañía ha anunciado una nueva asociación con Google que se extenderá durante los próximos tres años, consolidando su papel como socio tecnológico dentro del ecosistema Android XR.

Ambas empresas ya habían firmado un acuerdo estratégico en 2024, aunque desde entonces apenas se había sabido nada. Ahora, Magic Leap confirma que esta alianza se amplía para trabajar conjuntamente en sistemas de visualización, ópticas y diseño de hardware para gafas de realidad aumentada, situándose oficialmente como uno de los pilares técnicos del futuro de las smart glasses de Google.

Y no se han quedado en palabras: en el escenario del FII mostraron un nuevo prototipo de gafas AR con inteligencia artificial, que servirá como referencia para los futuros dispositivos Android XR, incluyendo los ya lanzados Samsung Galaxy XR, así como modelos en desarrollo por marcas como Warby Parker o Gentle Monster.

Magic Leap

Del sueño roto a la redención tecnológica

Resulta irónico, pero Magic Leap está empezando a encontrar su sitio justo en el terreno donde fracasó hace siete años. La compañía, fundada en 2010 en Florida, fue en su día el niño mimado del sector XR: prometió revolucionar el mundo con su “pantalla de luz” (lightfield display), recaudó más de 4.000 millones de dólares y atrajo a gigantes como Google, Alibaba, AT&T y el Fondo de Inversión Pública de Arabia Saudí.

Pero cuando lanzó su primer visor en 2018, el Magic Leap One, la realidad (aumentada) le dio un bofetón. El producto era caro (2.300 dólares), pesado, limitado y, sobre todo, adelantado a su tiempo. El mercado no estaba preparado, los desarrolladores tampoco, y el público prefería esperar a que alguien más —spoiler: Meta— resolviera el problema de cómo hacer que esto fuera divertido.

Tras el desastre, Magic Leap se refugió en el sector empresarial y médico con el Magic Leap 2 en 2022, un visor mucho más maduro, aunque sin aspiraciones masivas. Y parece que esa humildad le ha sentado bien: ahora, en lugar de intentar ser el Apple del AR, busca convertirse en lo que siempre debió ser: el cerebro técnico detrás de las gafas del futuro.

Magic Leap

Un prototipo que marca el nuevo rumbo de Android XR

Durante la presentación en Arabia Saudí, Magic Leap y Google mostraron un prototipo de gafas con motor de luz microLED Raxium, la tecnología que Google lleva años desarrollando en secreto. Este modelo, aunque no comercial, servirá de diseño de referencia para fabricantes que quieran sumarse al ecosistema Android XR, el sistema operativo de realidad extendida que unificará visores, gafas y dispositivos híbridos bajo la bandera de Android.

Según el vicepresidente de Google XR, Shahram Izadi, “las ópticas y sistemas de visualización de Magic Leap han sido esenciales para llevar a la vida nuestros conceptos de gafas XR”. En resumen: Google pone el cerebro y el sistema, y Magic Leap, la óptica y la experiencia de haber tropezado primero. Una sinergia curiosa, pero lógica: después de todo, la empresa de Mountain View lleva años buscando la pieza que faltaba para hacer realidad su vieja promesa de Google Glass.

Magic Leap

Lecciones aprendidas (a base de millones y paciencia)

El ascenso y caída de Magic Leap es un recordatorio brutal de cómo la innovación no siempre gana la carrera, sino la que llega a tiempo. En 2018 hablaban de “computación espacial” cuando el mundo aún no sabía lo que era un visor autónomo. Hoy, con la llegada de plataformas como Vision Pro, Quest 3 o Samsung Galaxy XR, el contexto por fin existe… y ahí es donde Magic Leap vuelve a entrar en juego.

Gracias a su último acuerdo de financiación de 590 millones de dólares (sí, siguen consiguiendo dinero), la compañía se ha transformado en un actor pragmático: menos promesas vacías, más ingeniería. Su arsenal de patentes en óptica, waveguides y visualización microLED podría convertirla en el proveedor de referencia para el próximo salto del AR, algo que ni Meta ni Apple pueden comprar tan fácilmente.

El futuro de la realidad aumentada pasa por las alianzas (y por admitir errores)

La nueva Magic Leap no busca titulares, sino contratos. Si la estrategia funciona, podríamos ver sus tecnologías integradas en las próximas generaciones de gafas Google, Samsung y quién sabe cuántos otros socios del ecosistema Android XR. La ironía es deliciosa: la empresa que intentó dominar el AR en solitario ahora podría convertirse en la piedra angular de toda la industria.

En definitiva, Magic Leap ha pasado de vender humo a vender hardware… a otros. Y eso, paradójicamente, podría ser lo más inteligente que ha hecho en toda su historia.

Fuente: Road To VR

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